Agustín GOIKOETXEA BILBO

La planta de purines de Karrantza sirvió para embolsarse 10 millones

La empresa municipal Karrantza Haraneko-Valle de Karrantza 2006 SA ha interpuesto una querella contra 27 miembros de los consejos de administración de las mercantiles Ade Biotec SL y Karrantza Minda SL a los que relaciona con una compleja trama para apropiarse de dinero público a través de proyectar y construir una planta de depuración de residuos animales, en el valle más occidental de Bizkaia. Se embolsaron más de 10 millones de euros.

Un juzgado de Balmaseda analiza la querella en la que se detalla cómo los acusados se apropiaron del dominio y control de todos los aspectos relacionados con la planta de tratamiento de purines de Karrantza, hechos por los que los 27 integrantes de los consejos de Ade Biotec SL (ABSL) y Karrantzako Minda SL (KMSL) pudieron haber cometido posibles delitos de falsedad documental, administración desleal y de apropiación indebida. Detrás de ABSL estaba GMSM Medioambiente SA, esta empresa vinculada a Excavaciones Viuda de Sainz SA y otras se hicieron con 8,3 millones a través de una descapitalización de Karrantzako Minda.

Esta demanda se produce después de una ardua labor de fiscalización a raíz del informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) que, en setiembre de 2012, certificó el descontrol institucional sobre ese proyecto.

Basándose en datos que los propios acusados elaboraron y con la colaboración «imprescindible» de altos cargos de Lakua como Martin Askasibar -por entonces director de Investigación Agropecuaria y luego directivo de KMSL y ABSL-, obtuvieron dinero del propio Ejecutivo, Diputación y Gobierno español. Les concedieron de 2006 a 2009 en anticipos reintegrables y subvenciones públicas, según se recoge en la querella, hasta 13,5 millones de euros, de los cuales recibieron algo más de 10, y se apropiaron de la mayor parte de ellos sin haber apenas iniciado la construcción de la instalación en el barrio de Las Torcachas.

Las obras se paralizaron en setiembre de 2010, después de que el Gobierno de Patxi López cerrase el grifo de las subvenciones, pendientes de desembolsar 3,5 millones de euros. Para obtener ese dinero se falsearon datos, que se incorporaron a expedientes oficiales «y así obtu- vieron una financiación absolutamente desproporcionada a la obra realmente realizada».

En ninguna de las peticiones de ayudas que se presentaron a las instituciones desde 2006 se aportaron datos que fueran reales respecto a la planta a construir y tampoco lo fueron los documentos con los que se pretendió justificarlas. Así, se llegó a registrar una demanda de ayuda al programa Ikerketa 2006 en blanco, antes de publicarse la convocatoria pública, tal y como refrendó el TVCP.

La empresa dependiente del Consistorio de Karrantza que impulsa la querella fija su atención en que desde 2006 a 2010 se formularon al menos cinco proyectos y presupuestos, por lo que si las partidas se fueron modificando y en consecuencia los conceptos a financiar variaron, «es evidente que se ha faltado a la verdad cuando se han presentado las peticiones».

Tampoco se pasa por alto la ausencia de control de cada una de las administraciones, y menos resulta entendible que no se pusieran «con celeridad» los mecanismos de recuperación.

Una instalación sin futuro

Karrantza Haraneko-Valle de Karrantza 2006 aporta pruebas de que se falsearon desde un inicio el coste del proyecto, las fechas de realización y su finalización, y con esos datos obtuvieron las subvenciones de las que luego se apropiaron. Lo que era un intento loable por resolver un grave problema medioambiental derivó «desde un principio en un medio de obtener dinero público, al margen del resultado final que se lograse». A día de hoy, la posibilidad de continuar con la construcción no existe, lo que ha perjudicado los intereses de los vecinos del valle vizcaino.

Del anteproyecto de Ade Biotec en 2006 por 10,5 millones se pasó en cuatro años a 22 millones. Del relato de la evolución del proyecto desde los estudios previos en 2003 se concluye que fue ABSL quien hizo todos los proyectos y presupuestos, con el consentimiento de los administradores de KMSL, a lo que se acusa de haber actuado «sin control ni sentido crítico».

En los cinco años en los que se desarrolló el proyecto se fueron solicitando subvenciones y financiación a las administraciones con una justificación que no tenía base real. Pese a que las obras no comenzaron en Las Torcachas hasta 2010 y haberse ejecutado apenas un 16% de la infraestructura -algo que es puesto en duda- ha desaparecido prácticamente la totalidad del dinero concedido, «en su mayoría a Ade Biotec SL o a empresas relacionadas con ella».

Se estima que Karrantzako Minda fue «una mera pantalla formal para vincular el proyecto al valle de Karrantza» por Ade Biotec. Fue esa mercantil la que aporta el primer informe, con quien se firma un contrato llave en mano que le concede la construcción de la infraestructura.

Es también ABSL quien se encarga de elegir a la UTE que iba a acometer los trabajos y quien iba a gestionar el complejo al menos por 20 años.

El negocio, según la investigación, estaba asegurado para quien gestionase la infraestructura, «se aportasen purines o no». Tal es la posición de ABSL que, en el concurso de KMSL, reclamaba el reconocimiento de una cantidad de 4.313.536,36 euros en concepto de «lucro cesante», alegando su derecho a la explotación futura de la planta.