Pablo CABEZA
Interview
Luisillo Kalandraka
Bajo y voz de Vendetta

«Trabajamos para demostrar que ser divertido y dinámico no es sinónimo de ser verbenero»

Vendetta comienza su andadura en 2009, tras la ruptura de Skalariak. Luisillo Kalandraka y Javier Etxeberria desean seguir activos y divirtiendo a la gente con el ska como guion preferente. Tras cinco años de brega e intensos veranos llega «13 balas», donde predominan las buenas composiciones.

La salida a escena de Vendetta, de Sakana preferentemente, además de Berriozar e Ibarra, se produce tras la disolución de Skalariak. No inicia su futuro de cero gracias el prestigio acumulado como parte de Skalariak, pero en la escena musical poco importa el pretérito si no se convence desde el presente.

En 2015, con cuatro álbumes, cinco veranos intensos, cada uno más que el anterior, diversas giras y salidas internacionales, Vendetta es un grupo consolidado desde el dinamismo optimista del ritmo ska, los textos sociales y, en especial, por componer canciones que se equilibran entre sí.

En su nuevo álbum, «13 balas», puede ser la irrebatible marcha luminosa de «Tomasa», con sus diferentes tonos y matices, y la seriedad de «Suma», uno de los mejores cortes del disco. Puede ser el ska-punk de «Ilunpetan», con aires de himno, y la lírica afro-ska «África». Puede ser por imaginar que un banjo y una gaita caben en Vendetta. Puede ser por invertir en un excelente diseño de portada y cuadernillo interior obra de exprai.com (de Joseba Beramendi). Pude ser el irresistible estribillo de «Welcome to the war», el no menos sugerente «Pólvora» o la trotera «Geldiezinak», que a ritmo country, novedoso en Vendetta, marca diferencias con el resto del disco y aporta una composición impecable, de talento.

No extraña que por todos estos «Puede ser...» Vendetta sea una de las formaciones que mejor funcionan en directo.

No es sencillo moverse por los terrenos del ska y no caer en una especie de «verbena» muy trillada, ¿está presente en Vendetta no traspasar alguna línea?

El ska llama al baile y a la diversión, pero con una gran riqueza. Es un estilo que rompe fronteras y se mezcla y contagia por otras músicas. Trabajamos para demostrar que ser divertido y dinámico no es sinónimo de ser verbenero.

¿Qué han hecho para que Vendetta esté arriba?

Intentar sacar cada uno lo mejor de sí mismo y sumarlo a una causa común, «Vendetta». Trabajar muy duro, pero con alegría y con un objetivo claro: lanzar mensajes para la reflexión y tocar canciones para bailar.

¿Se sufre componiendo para no caer en la reiteración? ¿Hay peleas a muerte en el local de ensayo de Etxarri Aranatz? ¿Con las letras es más sencillo el consenso: leña al sistema y esperanza?

Somos una banda donde no hay un solo compositor. Varios puntos de vista enriquecen y nos alejan de esa reiteración que mencionas. En cuanto a las peleas, la verdad es que no tenemos ningún problema, cada compositor tiene sus propuestas y se elijen las que creemos que deben entrar en el disco y adelante. Con las letras pasa un poco lo mismo. Cada uno tiene su visión de la vida, aunque sí es cierto que en este último disco ha aflorado aún más el sentimiento de unidad y esperanza.

«Suma» es una de las mejores composiciones del disco, aunque sea una canción de apariencia sencilla. Cabría apuntar que porta un aire a «África», otra de las canciones destacables.

«Suma» quizá sea el tema más positivo del disco. La sencillez es una virtud y en este caso hace de colchón a un gran mensaje, sin despistar para nada con esquemas musicales recargados. «África» es la niña bonita del disco y curiosamente son dos canciones de diferentes compositores realizadas sin contraste previo.

¿Cómo se llega a las diferencias rítmicas y los arreglos dispares?

Tenemos por costumbre pasar unos días aislados del mundo dándoles mil vueltas a los temas del futuro disco, en este caso «13 balas». Se trata de ver qué dan de sí y hasta dónde llega nuestra imaginación. De repente aparece una parte funky donde menos te lo esperas. Puedes encontrarte un ritmo que te recuerda a una batucada y al siguiente tema respirar rock distorsionado por todos los poros.

¿El verano debería ser más largo?

Es cierto que en verano es cuando más bolos damos, pero nosotros no paramos en todo el año de tocar. Cuando llega el invierno, donde inevitablemente bajan los bolos, buscamos salir fuera: Europa, América... La cuestión es no estar quietos e intentar llevar nuestra música cuanto más lejos podamos. En cuanto a conciertos, cada año es diferente, aunque en estos últimos cinco no hemos bajado de los cincuenta.

El disco lo han producido entre ustedes y Paxkal Etxepare, ¿qué les ha aportado en especial? ¿Dónde tiene el estudio?

Creíamos que ya era hora de cambiar de sonido, darle otro aire. La visión de Paxkal Etxepare es fundamental para nosotros. De hecho, es el técnico de directo que nos acompaña, así que quién mejor que él que conoce la banda como nadie. El estudio lo tienen en Bardote, Ipar Euskal Herria, donde se respira tranquilidad total y donde se trabaja muy a gusto.

«La Tomasa» reivindica la participación anónimo de muchas mujeres, en este caso en la revolución mexicana.

Es un canto a la revolución poniendo como icono de ella a una mujer. Un homenaje a todas esas mujeres que hicieron posible la revolución y que no se apellidaban Villa ni Zapata.