Juanjo BASTERRA

La OIT pide a Juncker que el estímulo a la inversión beneficie a países con más paro

La OIT pide al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que la movilización de recursos entre la actividad pública y privada por 315.000 millones se realice de forma adecuada para generar hasta 2018 un total de 2,1 millones. El esfuerzo debe ir a donde más paro hay.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó ayer un informe sobre «Una estrategia de inversión orientada al empleo para Europa», que analiza el plan de inversiones que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó hace unas semanas. La OIT afirma que, si hay una distribución adecuada de esos fondos para el impulso del empleo, se podrían crear 2,1 millones de empleos para mediados de 2018.

Admite que los recursos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) no se han distribuido durante la crisis en apoyo a los países donde más desempleo existe. Hay una crítica directa a la Comisión Europea, pero también a los gobiernos que no han intervenido de una manera eficaz para que les llegaran esos fondos para impulsar la inversión y generar empleo y que han dejado pasar penurias a la población afectada.

A juicio de este organismo internacional, «el plan de inversiones llega en un momento en el que la situación del empleo en Europa sigue siendo frágil y desigual». Recuerda que la tasa de desempleo se sitúa en alrededor de 10%, tres puntos por encima del inicio de la crisis en 2008, e insiste que la mitad de los desempleados ha estado sin trabajo durante más de un año. Pero critica, sobre todo, que el peso del paro afecta «de manera desproporcionada a las mujeres y a los jóvenes», como indica de manera directa el plan inversor.

La OIT insiste, sin embargo, en que a esas complicaciones se unen las fuertes «disparidades» existentes dentro de las fronteras europeas. Destaca el desempleo, superior al 23% en el Estado español y de más del 25% en Grecia, cuando seis años antes el paro llegaba al 8% de la población activa.

«Evolución sin cambios»

De esta manera, manifiesta que «esta situación ha impuesto enormes costos económicos y sociales, con las repercusiones más graves en el sur de Europa, pero con daños a los hogares y a los trabajadores de toda la región», como indicó la subdirectora general de Políticas de la OIT, Sandra Polaski, quien llamó a «abordar con urgencia estas cuestiones». En el estudio, la OIT alerta de la débil demanda en Europa, «porque afecta las inversiones de las empresas perjudicando así la competitividad». De ahí que «estimular la inversión es una de las medidas que propone la OIT para impulsar la creación de empleo. El desafío es garantizar que los responsables políticos a nivel de la UE eviten un escenario de `evolución sin cambios' que podría resultar si los fondos no llegan a los países y sectores que más los necesitan», como dijo Polaski.

El estudio constata que entre 2007 y 2013 «los países con un desempleo más alto obtuvieron menos de un tercio de los recursos financieros del Banco Europeo de Inversiones (BEI)». Confirma que Grecia recibe actualmente solo el 2,3% de financiación total BEI, pero el número de desempleados representa un 5,1% de la UE. El Estado español recibe el 16,6% del total de la financiación del BEI, pero cuenta con un 23,1% del total de desempleados en la UE.

A juicio de la OIT, «los efectos en el empleo mejorarán notablemente mediante la inversión del sector privado. Pueden crearse 1,8 millones de empleos directos e indirectos si el plan de inversión logra, según lo previsto, impulsar una inversión del sector privado que aumente los fondos invertidos en la economía a 315.000 millones» y se unen otros apoyos hasta lograr los 2,1 millones de puestos.

Joaquín Nieto: «Aumento del malestar social ante el paro»

Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para el Estado español, insistió ayer en que «la OIT en su reciente informe `Perspectivas sociales y del empleo en el mundo. Tendencias 2015' alertaba sobre el aumento del malestar social ante la falta de empleo, y la necesidad de asegurar que las inversiones vayan a los países con mayor desempleo, como son Grecia o España y los países de la periferia de la zona euro».

A su juicio, el plan de inversiones «debe ser adecuadamente diseñado» para maximizar los

incentivos y que «esté acompañado por una estrategia de empleo a más largo plazo que se centre en la calidad del empleo». J. B.