Lander Aurrekoetxea Ezkurdia

Pactos Gobierno de Navarra - UME: despierta antes de morir

Si cualquiera hojea el último catálogo de Ikea y ve un reportaje sobre ayuda a los refugiados sabrá inmediatamente que lo que la multinacional quiere es vender muebles y que, aunque ayude de alguna manera a los perseguidos políticos, lo hace probablemente porque le ayuda a vender muebles.

Algo parecido sucede con la Unidad Militar de Emergencias que está siendo noticia a raíz de su despliegue de medios, y mediático, en el gran incendio que asoló el mes pasado parte de la Comarca de Tafalla. Era la segunda vez que el nuevo Gobierno de Navarra recurría a las Fuerzas Armadas luego de que, en Diciembre pasado y con inicio en Igantzi, otro incendio afectase a la cuenca del Bidasoa. Si Ikea echa mano de los refugiados, la UME de la situación de extrema necesidad de la gente que ve que corren peligro sus posesiones e incluso sus vidas. ¿Y, qué vende la UME? La UME es el gran producto de marketing que justifica al ejército, es la cara verde de ese negrísimo producto basado en una maquinaria de matar que dice defender a la población. O dicho de otra forma, es la parte limpia (no porta armas, hace trabajo solidario, aparece cuando más se lo necesita…), mientras los halcones del armamento hacen en el estado español el 3% del negocio mundial de armas siendo el séptimo exportador mundial.

Solicitar la actuación de la UME en emergencias puede ser resultado de la extrema necesidad, aunque ese no haya sido el caso en Navarra, dado que su intervención no ha sido determinante en la extinción de los fuegos referidos, pero lo que en nuestra opinión es inadmisible para un Gobierno de corte social es que se produjese a posteriori una reunión con la UME en la que estaban la Consejera, el Director General de Interior, el jefe de Protección civil y la Dra. de la Escuela de Seguridad, manifestando que desean intensificar la colaboración con los militares.

Cuando la Protección Civil atraviesa una situación de crisis organizativa y de medios humanos en Navarra, recurrir a los de la Administración del Estado es, creemos, una dejación de funciones y de responsabilidad. Pero si a eso le añadimos ese carácter proactivo del Gobierno de Navarra para dar contenido al Convenio de Colaboración con la UME, que UPN suscribió en el 2013 y que a día de hoy no ha tenido concreción, es poner en práctica una política radicalmente antisocial.

Navarra ha sido durante tres décadas un hervidero antimilitarista que tejiendo complicidades en la sociedad consiguió un clima desafecto del Ejército hasta el punto de que cuando la mili desapareció para dar paso al ejército profesional, en los siguientes años, fueran contados con los dedos de una mano los navarros que se apuntaron. Para ese logro fueron cientos los jóvenes que pagaron con cárcel ser la vanguardia de un estado de opinión generalizado. ¿Acaso es posible separar la UME de esto? ¿Es desmemoria?

Si Navarra valorase en la medida que creemos que debiera el trabajo que la Protección Civil puede hacer, estaríamos hablando por ejemplo de la creación de un grupo forestal antiincendios al estilo catalán de fuerte especialización, estaríamos hablando de la movilización en masa de los bomber@s que tienen experiencia y capacitación en este campo en nuestra Comunidad (tant@s como los desplazados por la UME), y desde luego NO hablaríamos de que l@s contratad@s para las Campañas no vieran reducida su contratación o no se sustituyeran sus bajas.

La UME contribuye a extender la cultura de la defensa que los ideólogos del ejército siempre pretenden impregnar en la sociedad. En realidad el concepto de defensa ya es un logro del marketing kaki puesto que los ejércitos defienden los intereses del poder frente al pueblo y los intereses del Norte frente al Sur. Es por eso que la defensa real de la población se concrete en cosas como unos servicios públicos y civiles. La UME contribuye a la precariedad de las personas que forman su base estando exentas de convenios laborales y sujetas a la disciplina militar, a la precariedad de los retenes forestales a lo largo y ancho de todo el Estado como es el caso de los mileuristas de Tracsa que sólo interrumpen sus huelgas para sofocar incendios.

La UME dispone de fabulosos medios, 4.500 millones de euros de presupuesto anual, 4.310 efectivos frente a los 19.650 bomber@s profesionales del estado. Si lo que se invierte en la UME se hiciera en financiar a autonomías y ayuntamientos, se tendrían las mejores brigadas civiles de Europa. Nos ahorraríamos también la formación militar de esas personas que antes de coger la manguera se instruyen en disparar.

Así pues, y por todo lo expresado queremos decir en voz muy alta al Gobierno De Navarra que suspenda el Convenio de colaboración con la UME como se prevé en las cláusulas del mismo, que como con la insumisión se fije más en el espíritu que en la letra, que cambie porque cambiar no es hacer lo mismo. Que despierte antes de morir.

Search