Han pasado ya diez años desde que la asociación de vecinos de Ulia, junto con numerosos donostiarras, se vieron obligados a unir esfuerzos para que el antiguo parque que alberga los antiguos depósitos de agua y los viveros de plantas y flores que durante años abastecieron los jardines de la ciudad, no fueran destruidos por un plan especial municipal de urbanización, porque según el ayuntamiento carecían de valor. Un informe de la Sociedad de Ciencias Aranzadi puso en su verdadera dimensión el valor de dichos depósitos y el alcalde odón elorza supo rectificar y salvarlos de su destrucción, aunque manteniendo una posible construcción de 30 viviendas que afectarían al arbolado centenario y la zona de estancia más utilizada por los donostiarras.

Este parque de Ategorrieta, fue diseñado hace ya un siglo, por famosos funcionarios municipales como el arquitecto Goikoa y el maestro-jardinero Pierre Ducasse, formando un lugar emblemático con los depósitos, viveros y arbolado y arbustos centenarios, que representan un conjunto histórico-cultural en una finca de gran biodiversidad.

Ahora, el nuevo gobierno municipal sigue sin tomarse en valor la sostenibilidad ambiental de la finca y aumenta a 70 los apartamentos dotacionales mediante una modificación puntual de plan general renunciando a las 30 viviendas. Ante este nuevo disparate, nos hemos personado en el expediente para que dicha modificación sirva para consolidar como parque urbano que realmente es y fue la finca en cuestión. A la vez que solicitamos que dichos apartamentos dotacionales se construyan en el mismo barrio, donde el plan general nos lo tiene reservado, en el subámbito “au.01.4 okendo-alde” al que le asignan una parcela de 1.919 m2. Y 8.000 m2(t) construibles… ¿Por qué se quiere destruir este parque, patrimonio histórico-cultural de Donostia, cuando existen otras previsiones como la que señalamos?

Cuando los viveros municipales se trasladaron a Altza, esta finca incomprensiblemente quedó en desuso y cerrada, y solamente servía de garaje para 5 coches municipales. Conseguimos hacer ver  al anterior gobierno municipal esta circunstancia, y la custodia del antiguo parque de viveros salió a concurso, presentándose solamente nuestra asociación.

Un grupo de donostiarras, cada vez más numeroso, se ha ido incorporando a las labores de rehabilitación de la totalidad de la finca municipal y ha demostrado que además de los valores histórico-culturales  ya conocidos, es un  auténtico oasis verde dentro de la nutrida trama urbana que lo rodea con una flora y avifauna hasta ahora ignorada.

Hace ya un año (19-6-2015) hicimos saber al ayuntamiento que, la modificación que se estaba tramitando carecía del preceptivo estudio de impacto ambiental así como el de valoración paisajística, y que dada la observancia de cuanto antecede procedía una solicitud de informe a personal competente como la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Incomprensiblemente el expediente sigue aprobándose haciendo caso omiso a nuestros requerimientos.

Esta finca que sirvió como parque municipal cuando en la zona existían sólo villas y unas antiguas edificaciones solitarias, actualmente está rodeada por un desarrollo incontrolado de los años 1960 y posteriores, con la particularidad de que se intenta destruir el legado que nos dejaron quienes nos precedieron, irremediable si el ayuntamiento, como hasta la fecha, nos muestra un perfil tan bajo tanto en materia cultural como democrática.

Cómo es posible que en el año 2016, una capital europea de la cultura, que propugna el desarrollo sostenible, que tiene aprobada la carta de Aarborg (agenda 21) y que pasa por encima de la decisión unánime del consejo social de la ciudad que, por unanimidad, incluido el alcalde, aprobó se sometiese a consulta el futuro del parque de viveros, Pnv-Psoe utilizasen el pleno, al día siguiente, para rechazar lo que ellos también habían aprobado?

Sr. Eneko Goia, su argumento de que la consulta puede crear un precedente, nos retrotrae a tiempos predemocráticos con 40 años de dictadura.

Pasado un año (19-6-2015) en la que requeríamos al ayuntamiento para que se hiciese con informes contrastados por personal especializado para calibrar los valores medioambientales y paisajísticos del parque de viveros, optamos por actuar responsablemente, encargando un informe exhaustivo de la finca a la Sociedad de Ciencias Aranzadi.