Marga Robles | Colectivo de afectados por bajeras de ocio de La Milagrosa

Bajeras de jóvenes y fiestas

Con ocasión de las fiestas patronales pamplonesas y navarras hemos comprobado que predomina la tolerante mentalidad de que «durante las fiestas, los locales de reunión no deberán ajustarse a la normativa de bajeras».

Nosotros, pasados ya los sanfermines y ante el ecuador de las fiestas patronales de Navarra, podemos aportar nuestra negativa experiencia sobre el tema. Hemos padecido la permisividad festiva de las bajeras de ocio en todas sus formas. La bajera se transforma en peña popular pero sin su horario ni organización ni su higiene. Hay jóvenes que nos dicen que no han salido de la bajera en todos los sanfermines. Música las 24 horas del día «porque era san Fermín». Gritos y broncas entre los propios jóvenes dentro y fuera de la bajera. Broncas con los vecinos. Suciedad, vomitonas y orinar en plena calle. Todos los conflictos habituales sólo que en mayor volumen y sin horario. Y todo «porque era san Fermín» y apenas regía la normativa. Ahí están las denuncias de los vecinos a la Policía Municipal, que no siempre podía llegar «porque era san Fermín». Tal es nuestra experiencia con la permisividad y la ausencia de normativa.

Nosotros ya hemos denunciado, y repetido, y subrayado que un local sin insonorizar, sin horario y sin condiciones será un local conflictivo por definición. Incluso aunque los jóvenes, en sí mismos, no sean conflictivos.

Y eso nos lleva a recordar, aquí en Pamplona, que el 23 de agosto se cumple el año que la normativa dio de plazo para acondicionar e insonorizar los locales de reunión, tanto los antiguos como los de nueva creación. Uno de los puntos más avanzados de la referencial normativa pamplonesa y del que esperamos que encauce definitivamente la cuestión de los locales de reunión.

Les saluda atentamente,

Marga Robles, del colectivo de afectados por bajeras de ocio de La Milagrosa

Search