Hodei Zia López

Decimos basta

La escuela, ese lugar en dónde empezamos a plantearnos qué queremos ser al crecer.

Enfermero, futbolista, super-heroína…, son algunas de las respuestas de las y los jóvenes ante la incertidumbre de otros y otras.

A mí, cuando me lo preguntaban, solía responder que arquitecto, escritor e incluso reportero. ¡Bendita inocencia!

Llevaba unos días en los que ya no sabía qué pensar acerca del gremio del periodismo, y hoy, tras muchos días repitiéndome a mí mismo que solo había sido un caso aislado, se me ha caído un mito. Me explico.

Como ya sabréis, hoy, día 22 de octubre, en Altsasu hemos celebrado una concentración pacífica con el único fin de protestar en contra del linchamiento por parte de muchos medios comunicativos a nuestra villa y de este modo, pedir el fin del que para nosotras y nosotros es un claro montaje policial, el cual se ha desmantelado gracias a la declaración de la supuesta agredida ante la policía foral.

A esta concentración se han acercado más de 3.000 vecinos y vecinas de la localidad y multitud de gente de otros pueblos de alrededores; concentración que no ha estado marcada por una sola ideología, tal y como han querido dejar muy claro muchos medios, sino por una causa común que reunía a todo un pueblo. Daba igual si eras de izquierdas, derechas o de centro, ya que lo que se pretendía con esto era defender nuestra amada villa, la cual lleva días siendo ensuciada y pisoteada en los telediarios de diversas cadenas. ¿Y no es esto pues lo que se debería dar a conocer en todos los sitios en donde se nos está tachando de animales? Ya que considero que esta unidad, plural en todos sus sentidos, es la verdadera esencia.

Desgraciadamente, la noticia del día no ha sido la imagen de un pueblo unido, ya que esto no vende y por tanto, no interesa.

La imagen ha sido la de un grupo de personas que se han manifestado a favor de que la Guardia Civil siga en el pueblo. A esta gente, en ningún momento se le ha increpado, ya que tal y como se ha dejado claro a la hora de empezar, no se quería crear más contenido para televisión, y por ello, nadie se ha dirigido a ellas. ¿Qué ocurre? Pues que al parecer, no les ha debido de sentar del todo bien que los más de 3.000 vecinas y vecinos siguiéramos con lo nuestro sin hacer caso a su presencia y no han tenido mejor idea que ofrecernos una irónica sonrisa con el único fin de crear tensión, una tensión totalmente innecesaria y con la cual buscaban ser noticia por encima de la unidad de un pueblo.

De todos modos, a estos medios audiovisuales no le importa si somos 1.000 o 3.000, si somos de izquierda o de derecha o si nos manifestamos en contra de lo blanco o de lo negro, lo que les importa es mantener unos hechos, y en caso de no poder, inventar otros aún más morbosos para seguir con su fiesta mediática.

Antes he dicho cómo de pequeño quería ser muchas cosas y a día de hoy aun no lo se.

Pero lo que sí que tengo claro a mis 17 primaveras es que quiero ser honesto.

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