Existe un periodismo mayoritario en que la entrevista se convierte en un interrogatorio inquisitorial. El periodista que interrumpe, que no está de acuerdo con las contestaciones del interrogado, hace suponer que si han leído "La Miseria del Mundo", de Pierre Bourdieu, no ha entendido nada y deberían estar suspendidos sin remisión, ya que en esta obra se encuentran entrevistas perfectas, llevadas a cabo por científicos sociales y no por palmeros publicitarios de ideologías tóxicas. En esta obra de referencia por lo menos en Sociología, y Antropología, el entrevistador pasa desapercibido y consigue que el entrevistado explique sus miedos que en la medicina hipocrática, son los síntomas que el paciente difícilmente cuenta ya que en muchas ocasiones se olvida. Si una entrevista no proporciona las herramientas para mejorar la forma de pensar en las cosas importantes, como indica Wittgenstein, es una entrevista para echar a la papelera. Este periodismo de figuras engreídas, con una base cultural que cualquier analfabeto que es capaz de sobrevivir en esta sociedad tan absurda, sabe infinitamente más, que cualquier periodista incluido el Sr. Carlin, y el actor Évole. Sólo pido encarecidamente que el público en general no pierda el tiempo con semejantes monstruos de la comunicación y se dediquen a la familia, o a leer cosas útiles, entre otras muchas posibilidades.

Atentamente,

Enric Vivanco Fontquerni