En Euskal Herria por desgracia, nuestra cuadrilla no es la única que ha sufrido y sufre represión; una represión atroz, una represión sin límites.

Somos chavales de 28 años, una cuadrilla normal, hay gente a la que le gusta practicar deportes, hay gente a la que le gusta tocar en grupos de música o rapear. Aparte del ocio y tiempo libre de cada uno, también somos chavales que nos gusta nuestra cultura, que nos gusta nuestra lengua, que nos gusta darle vida al barrio, que tenemos inquietudes, que queremos alternativas al sistema actual…

Sin ir más lejos, el pasado 20 de septiembre celebramos el día del barrio en Donibane y de una manera u otra casi todos estábamos ayudando para que todo saliese bien; unos estábamos con los gigantes y cabezudos, otros con el rocódromo, otros cuidando los hinchables, y desgraciadamente otros de viaje para ver a compañeros que están en prisión.

Ese día del barrio, Egoi estaba con nosotros, aportando su granito de arena para que el día saliese bien. Todos teníamos en la cabeza, que en cuanto pasara el fin de semana tenía que ir a Madrid junto a otros 27 jóvenes mas. Todos teníamos en la cabeza que se tiene que pegar tres meses subiendo y bajando a la Audiencia Nacional para que sea juzgado bajo la acusación de terrorismo. ¡Está acusado de Terrorismo! Según la RAE, terrorismo es: Dominación por el terror. ¿Cuándo Egoi ha dominado a algo o alguien por el terror? ¡Dejen de mentir, por favor! Terrorismo, por poner algunos ejemplos, ¿no es que entren en la oscuridad de la noche a tu casa policías o guardias civiles encapuchados con metralletas? Terrorismo, ¿no es que te hagan la bolsa hasta desmayarte? Terrorismo, ¿no es que te den patadas y puñetazos en los testículos para que digas lo que ellos quieren que digas? Cada uno que saque sus conclusiones, pero esos encapuchados tienen nombre y apellidos y actúan bajo mandato de políticos.

Nosotros sabemos muy bien lo que ha hecho Egoi y precisamente no lo llamaríamos terrorismo. Antes hemos mencionado que somos chavales que nos gusta nuestra cultura, nuestra lengua, que somos inquietos… ¡Ese es el terrorismo que ha practicado Egoi! Por lo tanto, todos nosotros también lo practicamos.

Estamos hartos de ver letreros en los que se lee Alcalá meco, Estremera, Soto del Real, Fresnes o Tarascon. Estamos hartos de que entren en nuestras casas la policía Nacional o Guardia civil con sus metralletas, estamos hartos de tener que ser juzgados por sacar nuestra bandera en el chupinazo, estamos hartos de que hagan montajes policiales para poder encarcelarnos, estamos hartos de pagar multas.

Y ahora le toca a Egoi. Como hemos dicho antes, estamos hartos (por no decir otra cosa). No lo hemos tenido tan claro nunca, que se vayan, que nos dejen en paz, o mejor dicho, nos vamos nosotros, pero aquí está el quid de la cuestión y es, que no nos dejan ser lo que queremos ser, lo que sentimos que somos.

Para finalizar, no podemos acabar este artículo sin darle un muxu muy grande a Garazi y, cómo no, a todos los encausados. Egoi, Garazi eta beste guztiak libre nahi ditugu!