En antropología las comparaciones son una forma para encontrar respuestas a las preguntas de la investigación que se está llevando a la práctica. La comparación con el 23F, respecto a lo que está sucediendo en el Principat en la actualidad, es una equiparación que no se aguanta ni una millonésima de segundo. El 23F estuvo cocido previamente para derrocar a Adolfo Suárez y la masa gris que participaron entre otros, como el señor del PSOE, Enrique Múgica, con el inconveniente para ellos que el soporte de la población, fue inexistente, y las presiones de Europa, que impedía la entrada a la CEE, hicieron que el Borbón se la tuviese que envainar, para darle la vuelta y vivir unos años con el mito de salvador de la democracia, a pesar de la gran destreza de los socialistas en urdir dictaduras, como la de Primo de Rivera, y que ahora siguen insistiendo. La historia y su simbología necesita el recurso de los mitos, por ello los profesionales de las ciencias sociales, deben de hacer sus investigaciones utilizando el telescopio poniendo millas por delante en función del tiempo, porque si no, su carrera académica peligra. La mitología de la resistencia contra la dictadura, y con el soniquete que costó tantos esfuerzos, los que se partieron la cara que fueron grupos minoritarios y como siempre en Euskal Herria y en Catalunya, ¿dónde está la resistencia?: en Lugo, en Orense, en Segovia, en Guadalajara, en Zamora , en Salamanca, en Zaragoza, en Huesca, en Almería, en Alicante, en Cuenca, en Huelva, en Toledo, en Ciudad Real, en Burgos, en Cáceres, en Málaga, y un largo etc, y siempre se olvida que la resistencia en Euskadi y en el Principat, era para recobrar los derechos históricos y ponerlos en práctica, como el derecho de autodeterminación, un olvido que todavía persiste. Delante de nuestras cejas tuvimos que escuchar en TV3, a un periodista suizo corresponsal del New York Times, que por supuesto es necesario prestarle atención, para oírle decir que el Gobierno actual es legítimo. La pregunta con todo respeto a este corresponsal sería: si estaría de acuerdo que Suiza tuviese una Constitución como la española. Así pues no quiera para los demás, lo que para usted no quiere. El entorno de confluencias y otros, que sublimaron el 15M, dando por supuesto que era el inicio de un futuro resplandeciente, y el nacimiento de una nueva forma de hacer política, el señor Pablo Iglesias, dijo textualmente en un programa de noche en TV3, el 7-10-2017: «en política a veces hay que calcular estrategias». Sí señores, es la política galáctica de los cosmopolitas ciudadanos del mundo. El 15M ha sido fogarizado y consumido por semejantes embaucadores, otro mito más. España es irreformable como se apreció con la salida de tono de un Borbón, siguiendo el sendero de todos sus antepasados de sangre, que da por válida una articulación de leyes programadas como fue la muerte del Dictador, para urdir una red sin posibilidad de liberarse de ella. El Estado español es irreformable. Si la izquierda española y sus sucursales en Catalunya, hacen de monaguillos de los que se han paseado por Barcelona, jamás España será lo que quiera la mayoría de españoles, porque Catalunya, es el chivo expiatorio para que nada cambie.

Atentamente,

Enric Vivanco Fontquerni