Asier Larrea (socio nº 5.068), Carlos Ezponda (socio nº 2.153 ), Alfonso Lecuna (socio nº 4.834) I Miembros de #proyectokutz

Regeneremos ya Osasuna

El 18 de mayo de 2014 Osasuna dejó de ser algo más que un club de Primera. Ese domingo se vinieron abajo reputación, prestigio y valores labrados a lo largo de 94 años de historia. Desde entonces se cuestionan los beneficios del objeto social del Club y lo que es aún más doloroso: gran parte de la ciudadanía no entiende en qué momento lo que era un símbolo de unión y de ‘marca Navarra’ desvió su rumbo para acabar siendo, para muchos y no sin razón, motivo de agravio.
Como socios de Osasuna vivimos esa contradicción, agravada porque el descenso ha destapado una realidad que nos negaron las directivas de Izco y Archanco: la de un club que, atrapado en la autocomplacencia tras salvaciones caóticas, viajes por Europa o una final de Copa ha sido incapaz adaptar estructuras y funcionamiento a una competición y una industria, la del fútbol, cada vez más exigentes.
En este contexto, un grupo de socios y simpatizantes de Osasuna impulsamos #proyectokutz con el fin de plantear propuestas dirigidas a regenerar el Club.
El objetivo: acabar con la falta de rigor en la gestión proponiendo la implantación de mecanismos para una verdadera rendición de cuentas ante los socios y ante todos los contribuyentes, visto que sistemáticamente nos hemos financiado con un dinero público que, además, es también el clavo ardiendo al que nos agarramos para evitar la desaparición.
Aunque las áreas de mejora son muchas, la gestión económica está en el origen de la crisis del Club. Por eso, nuestra primera propuesta es la modificación de los Estatutos para la creación de un Órgano de Información y Transparencia con funciones de comprobación, verificación, inspección e información al socio. El texto base está disponible en: http://bit.ly/Proyectokutz_OrganoControl.
La misión de este órgano, que actualizaría la actual Comisión Económica, sería examinar, analizar e inspeccionar nuestra situación con la Hacienda Foral, la Seguridad Social y las entidades locales y, además, evaluar todas las operaciones y actuaciones de índole económica, financiera, fiscal y administrativa realizadas por el Club y aquellas en las que éste se vea envuelto, sean realizadas por directivos (incluidos los avales personales) y personal del Club o por sociedades participadas por éstos.
El fin último del seguimiento continuado sería mantener informado al socio sobre la gestión y contribuir a que ésta sea transparente. Para ello, el órgano emitiría anualmente un informe preceptivo y previo a la presentación de las Cuentas Anuales. Igualmente, publicaría un informe a mitad y final del mandato de la Junta Directiva.
Los cinco miembros del órgano de control que proponemos deben ser socios con al menos un año de antigüedad, que acrediten titulación o experiencia profesional demostrables en economía y empresa, sin vínculos con la Junta Directiva y la dirección del Club.
Con esta propuesta entendemos que nos dotamos de un instrumento para adecuar la gestión económica a criterios de buen gobierno y responder, además, a las lógicas exigencias de los contribuyentes de Navarra. Y entre ellos, especialmente, a las de quienes tienen reservas sobre la responsabilidad del Club Atlético Osasuna.
No es nuestro propósito limitar la acción ejecutiva de un grupo de socios que decidan formar una Junta Directiva. Pero sí entendemos imprescindible atajar de raíz las causas que hoy nos llevan a escribir esta carta.
Aúpa Osasuna! Gora Osasuna!

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