Día de Justicia para que los muertos cierren sus ojos

El premio Nobel de Literatura guatemalteco Miguel Ángel Asturias, exiliado y marginado durante décadas por oponerse a la brutal dictadura de Manuel Estrada Cabrera, señaló en relación a la tragedia de las muertos y desaparecidos por crímenes de Estado de lesa humanidad que «los ojos de los enterrados se cerrarán el día de la Justicia o no se cerrarán». 80 años después del alzamiento franquista, los ojos de los republicanos y gudaris vascos que yacen en las cunetas o en el mausoleo del Valle de los Caídos construido –por prisioneros de guerra– en homenaje a Franco siguen abiertos, observando cómo los fascistas que los fusilaron envejecen con la comodidad de la impunidad, en muchos casos condecorados, con honores y con pensiones, con la tranquilidad que da saber que sus crímenes han sido convalidados jurídicamente por la llamada «democracia española».

Los fascistas trazaron a sangre y fuego una línea divisoria entre vencedores y vencidos. A un lado, los que triunfaron, con sus privilegios, seguros de que la genética franquista, la lógica de guerra y la dualidad social perdurarían para siempre. Al otro, los que perdieron, los que fueron enterrados con el ánimo de hacer desaparecer, como sus restos, su memoria y el sentido de su lucha. El Estado español ni siquiera ha pedido perdón por el bombardeo de Gernika, desprecia a cientos de miles de familiares y pretende hacer perder toda esperanza de que los franquistas puedan ser algún día juzgados. La transición española se asienta sobre una ley de punto final. Cuestionarla implica voltear los cimientos del Estado, abrir de par en par las puertas a un cambio radical, a una democratización real.

Resulta baldío insistir en que el Estado haga una lectura crítica de su pasado, de su esencia. Hay que trabajar aquí, en Euskal Herria, para romper con ese legado, para construir un país justo desde la verdad. En ese sentido, los actos del 80 aniversario del bombardeo de Otxandio son inspiradores, abren los ojos para ver cumplido ese afán.

Search