Hoy hace exactamente un año que Hego Euskal Herria acudió a las urnas en unas elecciones municipales y forales de las que resultaron importantes cambios institucionales. Sin olvidar que quedan tres años para desarrollar los programas y sin olvidar tampoco que la transformación de algunas instituciones largamente acaparadas por la derecha requiere de algo más que una legislatura, el primer aniversario ofrece la oportunidad de realizar un alto en el camino, observar lo recorrido y anticipar los modelos que resultan de los pasos dados.

A nivel municipal, los cambios más drásticos que dejó el 24M fueron los de Iruñea y Gasteiz, donde los ganadores de las elecciones, UPN y PP, respectivamente, fueron desalojados gracias a heterogéneas alianzas que supieron leer la demanda de cambio de una ciudadanía harta de los gobiernos de la derecha española y regionalista. Un año después, sin embargo, la evolución de ambos gobiernos municipales dibuja modelos claramente diferenciados, más aun después del acuerdo anunciado ayer por el PNV y el PSE en la capital de Araba.

En Iruñea, con los bloques del régimen y del cambio bien diferenciados, Joseba Asiron sigue encabezando un gobierno plural que exige madurez, negociaciones y equilibrios, pero que tiene tatuado en la frente, como objetivo, la recuperación de las instituciones para la ciudadanía y el bien común. En Gasteiz, EH Bildu renunció a encabezar la alternativa al PP para facilitar un desalojo que urgía, como el caso San Antonio ha puesto de manifiesto. Generosidad despreciada ahora por PNV y PSE, dos fuerzas que hace un año perdieron votos y que solo suman nueve de los 27 ediles de la capital. El pacto que jeltzales y socialistas mantienen en toda la CAV llega así a Gasteiz, taponando el ansia de cambio expresado el 24M y dejando claro por dónde transcurre la hoja de ruta de ambas formaciones para las próximas citas electorales.