La penosa falta de cordón sanitario ante la corrupción

Buena parte del Gobierno de Aznar desfiló ayer por la Audiencia Nacional española para testificar sobre la trama Gürtel, nombre bajo el que se investiga la –judicialmente todavía presunta– financiación ilegal del PP. Diez años después de la primera denuncia, el desfile de altos cargos de la derecha española por los tribunales sigue sin que Mariano Rajoy –que también deberá testificar– se haya dado por aludido.

Paralelamente, ayer llegó la segunda dimisión en el Gobierno provisional de Macron. La titular de Defensa, Sylvie Goulard, renunció porque su partido (MoDem) está siendo investigado por haber empleado, presuntamente, asistentes del Parlamento Europeo en labores del partido. Pecata minuta, comparada con el caso español, en el que el extesorero del PP puede ser condenado a una pena de hasta 42 años.

Sin idealizar la estructura jurídico-institucional francesa, la comparación pone de relieve varios aspectos a tener en cuenta. El primero de todos: allí donde hay ejercicio de poder hay riesgo de corrupción, en Madrid, en París, en la China popular y, por supuesto, en Euskal Herria. Aunque es obvio que se da en grados diversos, se trata de un impulso humano del que muy pocos quedan exentos. En este sentido, cuanto más poder y cuanto más tiempo se ostente, mayor es el riesgo. Sobre esta base, el freno al fenómeno solo puede llegar por dos vías que, en el Estado español, nadie ha transitado: una estructura judicial competente, independiente y con recursos suficientes y, sobre todo, un trabajo social y cultural que lleve a deslegitimar las prácticas corruptas. Goulard dimite porque el nivel de exigencia en el Estado francés ha aumentado, mientras que el ministro de Justicia español –pese a los sms a Ignacio González– se mantiene en el cargo porque el umbral de la tolerancia con la corrupción es infinitamente mayor. ¿De qué se va a preocupar el PP si la corrupción apenas le genera coste social y numerosos partidos, empezando por el PNV, siguen sin marcar línea roja alguna ante la indecencia?

Search