Una burda forma de entrar en campaña

Todos los medios de comunicación del Estado, y varios internacionales, se hicieron eco ayer de los registros de una fundación ligada a Convergència Democràtica de Catalunya, primero, y posteriormente de la sede de ese partido, una operación llevada a cabo por la Guardia Civil dentro de la investigación de un supuesto cobro de comisiones ilegales por adjudicaciones de obra pública. No sería el primer caso en el que presuntamente se ve implicado el partido catalán, al igual que otros partidos en todos los territorios bajo administración del Estado español. En realidad, se trata de casos poco menos que habituales. No es habitual, sin embargo, que varios medios de comunicación publiquen la noticia sobre una investigación antes de que comience la operación que la va a poner al descubierto. A ello ha de añadírsele la «casualidad» de que se haya producido unos días antes de la Diada y a un mes justo del 27 de setiembre, fecha de las elecciones más importantes de la historia catalana, como han reconocido todas las fuerzas políticas del país.

Por supuesto que esa entrada en la campaña electoral catalana en benemérita tromba no debe eximir de responsabilidades a los miembros de CDC implicados, en el caso de que lo estén, ni justificar esas supuestas prácticas, las lleven a cabo miembros de CDC, del PSOE o del PP. Sin duda, se debe investigar y, en su caso, actuar contra quienes extorsionan a la ciudadanía. Pero esta casualidad tan oportuna para el Gobierno del PP, entre otros, es una burda forma de identificar independentismo con corrupción, más que verdadero interés de enfrentarse seriamente a esa lacra que corroe el Estado español.  
Por si quedaba alguna duda de ello, el candidato del PP catalán, Xavier García Albiol,  afirmó que la lista independentista Junts pel Sí «está contaminada». Si el resultado de esas elecciones, formalmente ordinarias pero, como todos asumen, realmente plebiscitarias lo decidiese el grado de implicación en casos de corrupción de las fuerzas concurrentes, la opción vencedora  estaría más que clara.

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