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RAMALLAH

Abbas declara Gaza zona catastrófica y pide a la ONU corredores humanitarios

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha declarado la Franja de Gaza como zona catastrófica, al tiempo que ha solicitado al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, que tome las medidas necesarias para el establecimiento de corredores humanitarios.

Tanques israelíes disparan contra objetivos en Gaza. (Jack GUEZ/AFP)
Tanques israelíes disparan contra objetivos en Gaza. (Jack GUEZ/AFP)

Mahmud Abbas ha enviado una misiva al secretario general de la ONU en la que le indica que «a la vista de la inconmensurable destrucción y sufrimiento impuestos a la Franja de Gaza (a causa de la ofensiva israelí contra el enclave palestino), he declarado la Franja como zona catastrófica».

«Pido urgentemente a su excelencia que haga los esfuerzos necesarios para establecer corredores humanitarios en la Franja para facilitar la entrega y acceso de ayuda humanitaria y para crear un espacio humanitario donde las familias desplazadas puedan tener seguridad ante los bombardeos israelíes», ha agregado.

En su carta, Abbas ha solicitado a la ONU «que tome todas las medidas efectivas para dar a la población palestina la protección internacional ante la actual agresión y las violaciones de los Derechos Humanos cometidos por Israel, la potencia ocupante».

«Israel ha desatado su cólera militar contra la indefensa población civil palestina, provocando muertes, heridas y devastación generalizada», ha dicho.

Más de 1.400 muertos

El balance de muertos desde que Israel inició la ofensiva ‘Borde protector’ el 8 de julio asciende a alrededor de 1.400, mientras que el de heridos supera los 7.500, la inmensa mayoría de ellos civiles.

«Esta devastadora pérdida de vidas muestra la indiferencia institucional del poder ocupante respecto a las vidas palestinas, lo que ha sido característico durante su régimen de ocupación colonial», ha denunciado el presidente de la ANP.

Asimismo, ha resaltado que «los datos más conservadores, incluyendo los presentados por la ONU, hablan de más de 200.000 desplazados internos, siendo la mayoría de ellos refugiados que hacen frente a una traumática oleada de desplazamiento y pérdida de posesiones».

Ha apuntado que el Ejército israelí «ha atacado además decenas de miles de viviendas, en un claro acto de represalia y castigo colectivo contra la población civil», al tiempo que «ha impuesto una zona prohibida que supone casi el 40% del territorio».

Ha recordado que Israel como potencia ocupante, «está obligado a garantizar la seguridad y el bienestar de los civiles que están bajo su ocupación, algo que Israel ha ignorado y violado sin que haya consecuencias».

Por ello, ha remachado que «los ataques sistemáticos y deliberados de Israel contra viviendas civiles, así como instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) en la que se alojaban civiles, suponen crímenes de guerra bajo el Derecho Humanitario y el Estatuto de Roma por los que Israel ha de rendir cuentas».