El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, realizaba el pasado mes de agosto unas declaraciones sobre inmigrantes y magrebíes que residen en la capital vizcaina que desataron la polémica entre diferentes sectores sociales. En concreto, aseguró que los ciudadanos argelinos y marroquíes residentes en la capital «viven especialmente de las ayudas sociales» y lo remarcó añadiendo que «esto es una verdad como un pino». «Viven principalmente de las ayudas sociales y no tienen ningún interés en trabajar o integrarse», decía, entre otras cuestiones.

Ahora, Maroto se ha reafirmado en su postura y asegura que no rectificará. Lo dice, además, un día después de que el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, haya advertido de que no descarta llamarle a declarar por sus afirmaciones.

«No voy a rectificar. Me reafirmo en todo lo que dije y no creo que tenga que pedir perdón a nadie y menos a SOS Racismo», ha insistido el alcalde de Gasteiz.

SOS Racismo de Araba presentó una denuncia contra Maroto por considerar que sus manifestaciones eran constitutivas de los delitos de incitación al odio y contra la dignidad de las personas, fruto de lo cual Calparsoro ha incoado diligencias de investigación.

El fiscal está a la espera de que el primer edil gasteiztarra le remita alegaciones en su defensa, informe que se está preparando desde el Departamento municipal de Servicios Sociales y que se presentará en un «plazo breve».

En caso de prosperar la denuncia de SOS Racismo, el alcalde de Gasteiz se enfrentaría a un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, tipificado en el artículo 510.2 del Código Penal, por difundir informaciones falsas dirigidas a generar una situación de discriminación contra unos colectivos por su origen.