El responsable del Área Institucional del EBB del PNV, Koldo Mediavilla, ha leído una declaración de su partido con motivo del cumplimiento del 35 aniversario de la aprobación en referéndum de dicho texto.

Según ha destacado, el PNV no cree que el Estatuto «esté muerto», pero estima que las condiciones a las que se le someten «le incapacitan para adaptarlo a las nuevas necesidades de gobierno de la sociedad vasca».

Ha resaltado que se trata de una ley orgánica sometida a referéndum -«legalidad vigente, como dice Rajoy», ha puntualizado-, pero aún así, el Estado «lo ha incumplido durante 35 años de forma intencionada y perseverante a través de gobiernos insumisos».

Ha citado como ejemplo la veintena de materias pendientes de transferir a la comunidad autónoma y también las medidas que aprueba el Consejo de Ministros todos los viernes, que «bajo el pretexto de afrontar la crisis recortan y bloquean el margen de maniobra» de las instituciones de la CAV.

Ha recalcado que el PNV no resta valor al Estatuto porque ha permitido construir el autogobierno y un sistema propio de bienestar, pero ha puntualizado que el problema «ya no es competencial, ni de transferencias».

«Es mucho más serio, se trata de una quiebra de confianza. El estatuto fue un pacto y se ha difuminado porque una de las partes lo considera una concesión unilateral y graciosa del Estado; un privilegio que te dan o te quitan, y cuyo cumplimiento siempre está sujeto a la necesidad de votos que tenga el gobierno español de turno», ha afirmado.

Ha recordado que el Gobierno español dice que el camino emprendido por Catalunya «no es el correcto» y ha añadido que tampoco «cumple la legalidad» en el caso vasco, por lo que ha cuestionado «si realmente hay camino».

Mediavilla ha defendido un nuevo estatus para la CAV porque las condiciones a las que está «sometido» el Estatuto de Autonomía «incapacitan la posibilidad de adaptarlo a las nuevas necesidades de gobierno de la sociedad vasca».