El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha decidido finalmente suspender de empleo y sueldo durante tres años al magistrado catalán Santiago Vidal por su participación en la elaboración, siempre en su tiempo libre, de un borrador de constitución que se presentó al público el pasado 31 de enero. La decisión se esperaba por la mañana, aunque el debate en el seno del Poder Judicial ha postergado el anuncio hasta esta tarde y ha rebajado la sanción propuesta inicialmente por el juez Antonio Fonseca-Herrero, promotor de la acción disciplinaria contra el juez catalán.

De hecho, ha sido el propio Fonseca-Herrero el que ha rebajado su petición, después de que el pleno rechazase una de las dos faltas graves de las que acusaba a Vidal. En su escrito de acusación, Fonseca-Herrero acusaba al juez catalán ejercer actividades incompatibles con el cargo de juez y de ignorar de forma inexcusable el cumplimiento de los deberes judiciales, ambas faltas graves contra la Ley Orgánica del Poder Judicial, aunque finalmente solo ha sido sancionado esta última. De hecho, la decisión del CGPJ ha sido ajustada, ya que la sanción ha sido decidida por 12 votos a favor frente a 9 en contra.

En su escrito, Fonseca-Herrero denunciaba que Vidal «ha participado activamente, y al margen de cualquier cobertura, en un grupo de trabajo de composición heterogénea, que según ha puesto de manifiesto, también públicamente (…), tenía por objeto elaborar y redactar una ‘Constitución catalana’ con la finalidad, expresamente admitida, de ponerla a disposición de quienes promovieran la celebración de una consulta por el llamado ‘derecho a decidir’ y la independencia de Cataluña». También se le acusaba de realizar «de forma reiterada», declaraciones públicas «en defensa de la independencia de Cataluña».

Con esta drástica decisión, el CGPJ ignora los argumentos de organizaciones como Jueces para la Democracia, que defendían el derecho a la libertad de expresión del juez Vidal. También ignoran las alegaciones del magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona, que en su defensa explicó que participó en la elaboración del borrador durante su tiempo libre y que en sus sentencias como juez siempre ha respetado la Constitución española.

En una reciente entrevista concedida a GARA, el propio Vidal reivindicaba que «el Consejo tiene competencia para valorar, analizar y tomar decisiones sobre mi trabajo jurisdiccional, pero no tiene competencia para tomar decisiones sobre mi vida privada». «Lo que me dicen es que tengo el deber de cumplir y hacer cumplir la Constitución, pero es que ya lo hago en mis sentencias. Eso no es incompatible con que en mi tiempo libre, y como ciudadano, yo sueñe otro Estado diferente con una Constitución diferente. ¿Está prohibido soñar?», añadía entonces.