La protesta no ha faltado, de nuevo, en los prolegómenos de la Junta General de Accionistas de BBVA que se celebra en el Palacio Euskalduna de Bilbo. Cuatro miembros de la plataforma que denuncia las prácticas del banco que dirige Francisco González se han arrojado pintura en la explanada frente al palacio, en la que en esos instantes estaba desplegado un importante despliegue de la Ertzaintza y de seguridad privada.

Primero un hombre y una mujer, y después otra pareja de varones, han vertido sobre sus cuerpos la pintura roja que llevaban escondida en sus bolsos. La acción ha vuelto a sorprender a los agentes desplegados en el lugar, que rapidamente los han inmovilizado mientras los activistas gritaban «BBVA hiltzailea». Posteriormente, los protagonistas de la protesta han indicado que con ella pretendían, por octavo año consecutivo, denunciar las prácticas de la entidad bancaria. Han resaltado que BBVA sigue desahuciando a cientos de familias, al tiempo que mantiene esas viviendas desocupadas para influir en el mercado inmobiliario. No ha faltado tampoco la referencia a la apuesta por la precarización de las condiciones de trabajo de sus propios empleados, impulsando la subcontratación y la explotación de becarios.

También han apuntado a las inversiones que realiza en todo el planeta en infraestructuras que causan grandes impactos ecológicos y sociales. No han pasado por alto el apoyo del banco a la industria armamentística mundial, mencionando en concreto que ese material es del que se ha servido Israel en el último bombardeo de Gaza.

Antes de la acción en la explanada del Euskalduna, decenas de personas se han concentrado con un pancarta con el lema ‘BBVA hiltzailea’, que no han cesado de corear consignas como «accionistas, vuestro dinero está manchado de sangre», «millones de euros, millones de muertos». Después, un cortejo fúnebre ha intentado acercarse hasta el palacio de congresos, aunque se lo han impedido agentes de la Brigada Móvil.