NAIZ
BERLÍN

Varoufakis no se unirá a la escisión de Syriza y no descarta volver a un nuevo gobierno con Tsipras

El exministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis no contempla unirse al nuevo partido creado de la escisión de Syriza. Además, aunque crítico con las últimas decisiones tomadas por Alexis Tsipras, no descarta entrar en un nuevo posible gobierno de Syriza tras las elecciones anticipadas de setiembre.

Varoufakis en una foto de archivo. (Louisa GOULIAMAKI/AFP)
Varoufakis en una foto de archivo. (Louisa GOULIAMAKI/AFP)

Yanis Varoufakis, anterior ministro de Finanzas griego, ha concedido varias entrevistas durante los últimos días en medios europeos en los que se ha mostrado muy crítico con las últimas decisiones de Syriza. Estas críticas han servido para que varios medios especulasen con la posibilidad de que Varoufakis se uniera a Unidad Popular, partido creado por los críticos de Syriza. En una entrevista concedida al alemán ‘Die Welt' ha rechazado esta opción y no ha cerrado la puerta a entrar en un eventual nuevo gobierno de Alexis Tsipras.

Sobre la escisión de Syriza, dice Varoufakis que «me gustan y creo que les gusto» pero que «desde el punto de vista político estamos demasiado lejos». Entre los elementos que marcan esa distancia subraya el exministro griego que «para ellos la vuelta al dracma es una cuestión de ideología», en cambio cree Varoufakis que «es mejor permanecer en el euro, aunque no a cualquier precio».

En entrevistas anteriores Varoufakis había criticado con dureza la aceptación del último rescate, también lo hace en esta última y afirma que «no  creo que este paquete de ayuda pueda funcionar y estoy seguro de que nadie lo cree». Sin embargo, no descarta entrar a formar parte de un nuevo gobierno de Alexis Tsipras posterior a la cita electoral de setiembre. «Uno nunca debe decir nunca», subraya, «a nivel personal todavía tengo buenas relaciones con Alexis y con muchos otros dentro de Syriza».

Varoufakis dejó el gobierno heleno tras el referéndum del 5 de julio, en el que el 60% de los votantes dijeron ‘Oxi’ (no) a la propuesta de la antigua Troika.