Un joven kurdo de 21 años ha muerto por la represión policial de las manifestaciones contra el toque de queda impuesto por el Gobierno turco en la zona kurda. El joven ha muertoen la provincia de Mersin, según recoge la agencia de noticias Firat. Cientos de personas se han concentrado en el distrito de Akdeniz para protestar contra el toque de queda y en apoyo a la resistencia ante la ofensiva de las fuerzas de seguridad.

Los agentes han empleado munición real contra los manifestantes y uno de ellos, Sedat Baran, ha fallecido, mientras que otros tres han resultado heridos. Los heridos están ingresados en el Hospital Estatal de Mersin, donde también ha sido trasladado el cadáver de Baran.

Testigos presenciales han denunciado que la Policía no ha permitido el acceso de una ambulancia a la zona de los disturbios, lo que habría propiciado la muerte de Baran, que solo ha podido ser trasladado a un hospital ya muerto.

Familiares de Baran y de los heridos se han congregado en el hospital apoyados por dirigentes y cargos electos municipales del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Uno de los familiares de Baran fue golpeado por policías, y han utilizado gases lacrimógenos. El copresidente del HDP en Mersin, Selman Günbat, ha tenido que ser atendido por estos gases.