El incidente ocurrió a la una de la tarde y al lugar se desplazaron efectivos sanitarios intentaron reanimar sin éxito al varón, que estaba acompañado de un grupo de personas sin hogar, aunque el fallecido no lo era y fueron ellos los que le atendieron en un primer momento y llamaron a la Policía Municipal.

Su cuerpo fue trasladado al Servicio de Patología forense de Polloe para practicarle la autopsia, que ha confirmado su «muerte accidental por atragantamiento» ya que, al parecer, el hombre estaba comiendo un bocadillo.

Se da la circunstancia de que esta muerte tuvo lugar a escasos metros de otra ocurrida en la madrugada del miércoles en un cajero de una entidad bancaria del Boulevard. Esta muerte sí se ha producido por causas naturales.

Pasadas las seis de la madrugada, dos personas sin hogar que pasaban la noche en un cajero alertaron de que una mujer que se encontraba con ellos no se despertaba, por lo que al lugar acudieron la Policía Municipal y efectivos sanitarios, que solo pudieron confirmar la muerte.

El cuerpo fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Donostia para practicarle la autopsia, mientras la Policía Municipal ha abierto una investigación en la que se comprobarán las imágenes de la cámara del cajero, así como los testimonios de las dos personas que pernoctaban con la fallecida.

Irabazi pedirá explicaciones

En un comunicado, los ediles de Irabazi en el Consistorio donostiarra Amaia Martin y Loïc Alejandro han lamentado los dos fallecimientos y han anunciado que preguntarán a la edil de Acción Social, Aitziber San Román, sobre las causas de los mismos.

Además, han denunciado que el hecho de que una de las personas fallecidas no tuviera hogar recuerda que «vivimos en un sistema que genera cada vez mayores desigualdades». En este sentido, han apuntado que se estima que en la capital guipuzcoana «más de 100 personas duermen a diario en la calle» y, por lo tanto, «queda mucho trabajo por hacer a nivel local para acabar con esa situación».

A ello han añadido que «es necesario trabajar para evitar que la riqueza se concentre cada vez en menos manos lo que al mismo tiempo provoca un incremento de la pobreza y la exclusión social».

Finalmente, han abogado por «revisar si los recursos con los que cuenta el Ayuntamiento para atender la problemática de las personas sin hogar son suficientes para atender las necesidades actuales».