El texto, que parte de un escrito presentado inicialmente por una plataforma de apoyo a Fraile, ha sido leído en pleno por la alcaldesa, Aitziber Irigoras, del PNV, y ha sido apoyado por esta formación, EH Bildu y Herriaren Eskubidea.

Por su parte, PSE y PP no se han adherido a este texto y, en su lugar, han apoyado un escrito alternativo presentado por los primeros.

El texto aprobado en pleno recordaba que Gorka Fraile, tras haber sido operado de cáncer hace nueve meses, tenía derecho a los mismos cuidados que el resto de pacientes aquejados de este mal.

«A lo largo del proceso no ha tenido un médico de confianza y las condiciones de vida en la cárcel tampoco garantizan una recuperación adecuada. Los presos, por el hecho de serlo, no pierden sus derechos básicos», reza el escrito aprobado por el Pleno.

Dani Maeztu, portavoz de EH Bildu, ha defendido que, aunque Fraile se encuentre preso, es necesario un «acuerdo» para garantizar que recibe el tratamiento médico oportuno para luchar contra el cáncer.

Francisco Garate, del PP, ha dicho que al Ayuntamiento de Durango no le corresponde «valorar lo que corresponde a Instituciones Penitenciarias», de cuyo «buen criterio» ha afirmado que «se fía».

Pilar Ríos, portavoz del PSE y teniente alcalde de este municipio, ha afirmado que es necesario un cambio en la política penitenciaria, pero también ha recalcado que es preciso que los presos «reconozcan el daño causado».

Julián Ríos, de la plataforma Herriaren Eskubidea, ha considerado que es «fundamental» que este vecino de Durango tenga sus «derechos básicos» garantizados.

Durante el turno de ruegos y preguntas, una representante de una plataforma de apoyo a Gorka Fraile ha pedido que se respeten los derechos del preso y «se den las condiciones humanas necesarias para su curación».