Gurelur ha explicado en un comunicado que esta cantera, cercana al túnel de Lizarraga, está ocasionado «importantes impactos ambientales» y funcionando en la «más absoluta de las ilegalidades».

Según ha subrayado, en todos los documentos relacionados con esta cantera se recoge la fecha de caducidad de la actividad de la mina el 31 de diciembre de 1997.

Además, ha agregado, en el Plan Rector de Uso y Gestión de Urbasa y Andia, en el apartado relativo a las actividades extractivas, se recoge textualmente que este plazo, «en ningún caso» sobrepasará la vigencia de la citada concesión administrativa y que el ritmo de aprovechamiento de la cantera no podrá ser sensiblemente superior al habido en los últimos años.

Gurelur ha criticado que la consejera de Medio Ambiente y presidenta del Patronato de Urbasa-Andía «ha obviado» hasta el momento tratar «este importante tema», por lo que le instan «a que cumpla con su obligación y con las leyes que nos regimos los navarros», clausurando la explotación de la cantera y ordenando la necesaria restauración de las afecciones que la misma ha ocasionado en la zona.