Viktor Orban, primer ministro húngaro, ha sostenido que el Gobierno está trazando los «planes técnicos» para la instalación de la valla, en medio de las críticas contra su Gobierno por sus restrictivas políticas migratorias. Orban ha señalado además que «la inmigración daña la seguridad en Europa», apuntando a «una correlación entre la migración y el terrorismo». «Cualquiera que diga otra cosa no está diciendo la verdad», ha remachado.

Según ha explicado, la nueva valla se construiría junto a la ya existente con el objetivo de reforzar las defensas con el fin de poder responder en caso de que Turquía rompiera el acuerdo migratorio alcanzado con la UE, algo que podría provocar la llegada de cientos de miles de migrantes y refugiados a Hungría.

Si el acuerdo fracasara, ha sostenido Orban, «entonces si no funciona con palabras bonitas, tendremos que detenerles con la fuerza y lo haremos».

Asimismo, según Reuters, Orban ha anunciado que Hungría reforzará la presencia policial hasta los 47.000 efectivos desde los 44.000 actuales, de los que 3.000 estarán desplegados de forma constante en la frontera sur con Serbia y Croacia.

Orban se reunirán este viernes junto con los primeros ministros del Grupo de Visegrado (Hungría, República Checa, Eslovaquia y Polonia) en Varsovia con la canciller alemana, Angela Merkel.

Hungría celebrará un referéndum el próximo 2 de octubre sobre si acepta o no cualquier futuro sistema de cuotas en la UE para la redistribución de los refugiados.