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WASHINGTON

Un fortalecido huracán Matthew se cierne sobre Florida tras dejar más de 100 muertos en Haití

El huracán Matthew, de categoría 4 y con vientos de más de 220 km/hora, se cierne sobre el sureste de Florida después de haber causado más de un centenar de muertos y destrucción en varios países ribereños del Caribe, especialmente Haití.

Un hombre retira unas ramas tiradas por el huracán Matthew, que ha dejado más de 100 muertos en Haití. (Héctor RETAMAL/AFP)
Un hombre retira unas ramas tiradas por el huracán Matthew, que ha dejado más de 100 muertos en Haití. (Héctor RETAMAL/AFP)

La primera gran ciudad estadounidense en notar los primeros efectos de Matthew ha sido Miami, aunque los vientos huracanados e inundaciones se espera que lleguen a última hora del día al área de Palm Beach, 120 kilómetros al norte de Miami.

Matthew es el primer huracán que se hace sentir en esta zona de la península floridana desde que en 2005 pasó Wilma, que causó un auténtico caos en Miami y su área metropolitana.

El oeste, el centro y el norte de Florida sí han sufrido desde entonces el embate de los ciclones, el último Hermine, a fines de agosto pasado, pero Miami y su área metropolitana se habían salvado hasta ahora.

Las autoridades del estado han hecho una intensa campaña de concienciación de los peligros de este huracán y de la necesidad de estar preparados para un impacto directo.

Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por su sigla en inglés), el huracán, que posee vientos sostenidos de 220 km/hora se desplazará hacia el noroeste a 22 km/hora, en paralelo a la costa de Florida en las próximas horas, pero podría tocar tierra en varios puntos de la península estadounidense.

Antes de llegar a EEUU, Matthew ha dejado al menos 108 muertos en Haití, según cifras del Gobierno isleño, que se suman a los cuatro en República Dominicana e importantes daños materiales en Cuba.

Declaración de emergencia

Su peligrosa fuerza ha llevado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a firmar una declaración de emergencia para el estado de Florida, y el mensaje del gobernador de Florida, Rick Scott, ha sido: «evacúen, evacúen, evacúen».

La misma política ha aplicado la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, quien ya el martes pidió a sus coterráneos residentes a una distancia de hasta 100 millas del mar (160 km) que se trasladasen a zonas más seguras, a pesar de que no se espera que Matthew se acerque al litoral de ese estado hasta el fin de semana.

Tras conocer el último boletín del NHC, Scott ha autorizado el despliegue de 1.000 miembros más de la Guardia Nacional hasta alcanzar un total de 3.500 efectivos, para ayudar en las tareas de salvamento, evacuaciones, búsqueda y rescate.

«Podemos llegar a tener una gran cantidad de inundaciones, especialmente en el noreste de Florida, y necesitaremos un equipo de bombeo adicional del Gobierno federal», ha reclamado Scott.

Más de 1,5 millones de floridanos residen en zonas consideradas de evacuación obligatoria o voluntaria, pero no hay cifras de cuántos efectivamente han abandonado sus hogares antes de la llegada de Matthew.

Salir en avión de la región se ha hecho difícil pues en los tres aeropuertos principales de la zona, el de Miami, el de Fort Lauderdale y el de Palm Beach, se han cancelado la mayoría de los vuelos de salida y de llegada desde por la mañana y los tres han dejado de operar a lo largo de la mañana y primera hora de la tarde.

Miami ha comenzado el día con las escuelas cerradas y calles semivacías, aunque con ambiente de cierta normalidad, con gente haciendo las últimas compras y preparativos antes de la llegada del huracán.

Numerosos comercios han decidido abrir hasta el mediodía, hora en la que ha comenzado a llover con intensidad, aunque menos de lo esperado por los miamenses, que han llenado sus despensas y automóviles de víveres y combustible en previsión de los efectos de Matthew.

Para contrarrestar los posibles daños personales se están abriendo numerosos albergues y refugios a lo largo de la costa.

Scott ha indicado que en la mañana de este jueves había más de 3.000 personas en los más de 60 refugios abiertos en el estado y que el Gobierno regional puede ofrecer hasta 110.000 raciones de comida diarias a los afectados.

Para los que han preferido quedarse en casa o proteger sus negocios, numerosas ciudades y condados ofrecen sacos de arena.

Pero muchos de ellos tendrán que pasar estas horas sin fluido eléctrico, pues la compañía Florida Power & Light Company (FPL), la principal suministradora de electricidad del sur de Florida, ha indicado que 2,5 millones de clientes podrían tener interrupciones del servicio eléctrico, algunos de ellos de larga duración.

La empresa ha adelantado que recuperar el servicio «será difícil» y en algunas zonas tendrán que «reconstruir el sistema», aunque, para ello cuentan con más de 15.000 trabajadores listos para trabajar.