La Fiscalía turca acusa al electo Bekir Kaya, detenido por la Policía, de tener vínculos con el PKK.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Interior ha destituido al histórico alcalde de Mardin, Ahmet Türk, si bien no ha sido detenido, y ha instalado al gobernador de la provincia como gestor del ayuntamiento.

La Fiscalía ha abierto una investigación contra Türk, «por atentado contra la integridad territorial, entrega de dinero a una organización terrorista, mal ejercicio de funciones y desprecio abierto a la nación turca, la república y el Parlamento».

Además, el Gobierno de Erdogan ha nombrado un gestor estatal para el municipio de Siirt, cuyo alcalde fue detenido ayer, junto a los coalcaldes de Tunceli, todos bajo la genérica acusación de estar vinculados a la guerrilla kurda.

Las intervenciones en las alcaldías de Van, Siirt y Mardin se suman a una veintena de otros municipios donde el Gobierno turco ha destituido o detenido a la corporación local por sospechas de colaboración con el PKK.

Entre ellos destaca el arresto hace tres semanas de Gültan Kisanak y Firat Anli, coalcaldes de la ciudad de Diyarbakir.

Hace dos semanas la Fiscalía turca ordenó el arresto de diez de parlamentarios del HDP, incluyendo a los dos líderes del partido, Selahattin Demirtas y Figen Yüksekdag, que se encuentran en prisión preventiva.

También ha sido arrestado un abogado de Demirtas, acusado de difundir un escrito del político preso.