El Tribunal considera «legal y suficientemente probados» los cargos por «insultos a un grupo», pero estima que los cargos por incitación al odio «no han sido probados legalmente y de forma convincente».
Wilders no tendrá que pagar los 5.000 euros exigidos por la fiscalía como pena porque «basta con que el condenado sepa que no debería» hacer esas declaraciones, según los jueces.
«No me lo puedo creer, acabo de ser condenado porque he hecho una pregunta sobre los marroquíes», ha remarcado el líder ultraderechista en un mensaje de vídeo, en el que tilda de «vergonzosa» la sentencia y asegura que la gente «está harta de la corrección política de una élite que solo se preocupa por sí misma».
Wilders ha asegurado que ni él ni sus seguidores son «racistas» y ha prometido «recuperar la libertad de expresión, el bien más preciado de los holandeses» cuando gane las elecciones.
El veredicto llega tan solo tres meses antes de las elecciones parlamentarias del próximo marzo, a las que Wilders concurre primero en la intención de voto, según las encuestas. Los antecedentes penales que deja este juicio al político no le impiden presentarse al cargo de primer ministro.
Desde el comienzo del proceso judicial, a finales del pasado octubre, el pronóstico de voto ha aumentado casi un 5%, asignándole hasta 33 escaños al Partido de la Libertad (PVV), liderado por Wilders.