@albertopradilla

Patxi López se postula apelando a la «izquierda» y pugnando por el espacio con Sánchez

Un proyecto nítidamente de izquierdas. Ese es el planteamiento con el que Patxi López se presenta a las primarias del PSOE, que tendrán lugar en mayo. Un día después de que el Comité Federal fijase el congreso para los días 17 y 18 de junio, el exlehendakari que gobernó con el apoyo del PP y la ilegalización de la izquierda independentista aspira a liderar Ferraz con la receta de «no contemporizar con la derecha».

Patxi López, durante su comparecencia ante los medios. (NAIZ.EUS)
Patxi López, durante su comparecencia ante los medios. (NAIZ.EUS)

«Nos hace falta un PSOE renovado, unido y con un proyecto claramente progresista y de izquierdas que consiga el apoyo de la mayoría social de nuestro país», ha proclamado López. No considera que su propuesta sea para «cerrar el paso» a nadie, tal y como se ha interpretado en el entorno del ex secretario general, Pedro Sánchez. No obstante, si que pugna por el mismo espacio.

La víspera, en el Comité Federal, Susana Díaz, que es la tercera en discordia, aseguró que el partido no debía disputar se la «izquierda» sino ser una herramienta «útil». Por el momento, López no ha desvelado sus apoyos internos, aunque ayer comunicó su decisión tanto a los antiguos secretarios generales (Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pedro Sánchez) como al presidente de la Gestora, Javier Fernández y otros «barones».

Ha reconocido el exlehendakari que el partido llega roto al cónclave pero ha apostado por que este sea el «congreso de la unidad». «Me siento con fuerzas para reconstruir el PSOE y derrotar a la derecha», ha asegurado en una comparecencia de más de una hora en la que ha apuntado mucha brocha gorda pero no ha entrado en concreciones. «Sistema fiscal justo», «servicios públicos de calidad» o «defensa de las libertades públicas» han sido algunas de sus proclamas. Básicamente, ha venido a decir que estaba a favor del bien y en contra del mal, que por otra parte es un principio básico de cualquiera que aspire a ser votado para un puesto.

En términos ideológicos, López ha defendido la socialdemocracia sin «terceras vías», considerando que el modelo que apadrinó el ex primer ministro británico Tony Blair es un «barniz» cuando la izquierda «hace políticas de derechas».

Ha asumido que el Estado español es «un país exhausto por la crisis» y ha considerado un error la decisión del Comité Federal del PSOE de abstenerse para permitir que Mariano Rajoy siguiese como presidente español. Además, ha abogado por derogar leyes aprobadas por el PP, como la reforma laboral, y no maquillarlas.

Donde sí que hay acuerdo con la gran mayoría del partido es en el ámbito del derecho a decidir. «Nuestro modelo federal reconoce a nuestro país tal y como es: plural y diverso. Y entiende esa diversidad como algo que nos enriquece. No vamos a jugar nunca a enfrentar identidades y territorios sino a sumarlos en un proyecto de país compartido», ha afirmado. Es decir, «unidad en la diversidad», guste o no guste.

No ha dedicado una palabra a Podemos, aunque sí que ha considerado que su partido no se puede definir en base a otras formaciones, sino que debe marcar su propia línea. Tampoco ha hecho mención a Euskal Herria, más allá de anunciar que su primer acto como candidato a la secretaría general del PSOE lo celebrará en Portugalete.

Su paso adelante condicionará, a buen seguro, los movimientos de sus posibles dos rivales. Por un lado, Susana Díaz, quien estuvo detrás del golpe de Estado contra Pedro Sánchez, la que maneja la Gestora, pero una figura a la que no le gusta nada eso de competir en primarias. Ella es más de aclamaciones. Por el otro lado está Sánchez, que tras ser descabalgado del liderazgo de Ferraz anunció que prepara su vuelta pero ahora deshoja la margarita. Es evidente que el movimiento de López no le beneficia.