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Help-NA organiza en el Zentral un festival solidario con los refugiados

Help-Na, nacida del viaje que tres bomberos voluntarios navarros deciden hacer a los campos de refugiados en Grecia viendo el horror que se vive en ellos, ha organizado en el Café Zentral para febrero un festival solidario para intentar ayudar a estas personas.

El festival, previsto para el día 25, contará con Los Apandadores, Konstan Tenssion y Raperos de Emaus&The Titanians, así como con la colaboración especial de Tonino Carotone y Kutxi Romero.

Con un precio de 8 euros, las entradas se pueden adquirir en Iruñea (Mesón Navarrería, El Infiernito guitar shop y Tudelilla), Sarriguren (Old Dreams), Barañain (Akelamendi) y Atarrabia (Beti Onak), además de on line y en el propio Zentral el día del festival.

Con esta iniciativa, Help-NA pretende que «se siga visibilizando la durísima situación» que viven miles de refugiados, «un drama a las puertas de la poderosa Europa del bienestar», ha afirmado en conferencia de prensa Xabi Ziritza, uno de los bomberos del colectivo.

El segundo objetivo del festival es obtener fondos con los que poder apoyar la ejecución de varios proyectos que mejoren las condiciones de vida de estas personas, propósito al que también destinarán el dinero obtenido con la venta de un calendario que editaron para 2017 y que ya lo tienen vendido.

Además de apoyar otras iniciativas, como ‘No a la Europa fortaleza’, Ziritza ha señalado que Help-Na se ocupa también de informar a la ciudadanía sobre lo que ocurre en los campamentos de refugiados y para ello imparten charlas, organizan proyecciones y exposiciones, y aparecen en los medios de comunicación.

De la vida en los campamentos ha sido testigo Ainhoa Crespo, que hace poco ha regresado de Grecia, donde ha contado que no solo falta comida, pasan mucho frío o mucho calor, sufren cortes de electricidad y agua, son atacados por grupos neonazis, y carecen de cosas básicas, sino que además no saben qué va ser de su futuro.

Sufren así unas «malísimas condiciones» de vida ya que «solo cuentan con pequeños proyectos populares» de ayuda y no pueden hacer nada por cambiar su situación.

Son más de 3.000 personas, muchas de ellas desde marzo en los campos de refugiados griegos, desde que la UE llegó a un acuerdo con Turquía que ha supuesto la denegación de asilo y que los refugiados tengan como meta Grecia porque Turquía «ni les trata bien, ni es un lugar seguro, ni este país por sí solo puede hacerse cargo».

Algunos con más suerte llegan a Atenas y unos pocos a otros países en los que se pueden quedar, como el sirio Abdulrazak Alyusuf, que desde hace unos meses vive en Iruñea procedente de Alepo, «una ciudad antes bonita».

Alyusuf ha asegurado que salen «obligados» porque Siria se ha convertido en un país en el que «solo hay muerte» desde que en 2011 comenzó una guerra que «no sabemos qué día terminará».

Salen en «pequeñas barcas, con niños llorando, también las mujeres, todos con miedo pero con el sueño de empezar en Europa una nueva vida», ha dicho, y ha añadido que en este viaje «no hay más camino que Turquía y luego Grecia».

Sin embargo al llegar aquí «falta ayuda y atención» para estos miles de personas, aunque él se ha mostrado muy agradecido con quienes han hecho posible que hoy viva en Nafarroa.