En realidad se trata de dos violas, pero una de ellas está «tan deteriorada» que es «imposible recuperarla, pues la puerta que da al norte ha recibido desde su creación, alrededor de 1425, toda la meteorología adversa durante casi seis siglos», ha detallado Aurelio Sagaseta, maestro de Capilla de la Catedral.

Junto a él han comparecido en rueda de prensa para presentar la reconstrucción de la viola Enrique Galdeano, doctor en Historia del Arte y el encargado de realizar el estudio sobre la iconografía; Evaristo Bretos, luthier; y el músico Sergio Barcellona.

Sagaseta ha resaltado que la catedral se congratula de «este hallazgo y restauración» que «completa la iconografía existente». En este sentido, ha destacado que de los 54 motivos musicales de la catedral y aledaños «se habían recuperado 15 instrumentos, que con éste son 16».

«Se han reconstruido no sólo porque hace bonito y son dignos de ser fotografiados, sino que son instrumentos sonoros aptos para la música y que forman parte de nuestra propia historia», ha remarcado el maestro de Capilla de la Catedral.

En este sentido, Enrique Galdeano ha explicado que «a raíz de unas obras en la puerta de San José de la catedral, técnicos de Príncipe de Viana localizaron un instrumento sin identificar en la piedra que está todavía sin restaurar» y que se pusieron en contacto con él, ya que está realizando la tesis sobre la iconografía musical gótica en Nafarroa.

«A partir de ahí surge un proceso de descubrimiento, investigación, en el que vamos viendo este instrumento, toda su morfología y relacionándolo con todos los ejemplos que hay de otras épocas similares y el resto de la catedral», ha señalado Galdeano, para destacar que en este proceso se descubrió que «esta viola es un ejemplo más avanzado de lo que cabría esperar de aquellas épocas». «Es un prototipo más avanzado de lo que sería una viola casi renacentista», ha comentado.

Según ha indicado, a partir del estudio y la planimetría de diseñar como sería el aspecto original del instrumento, lo que hizo el luthier Evaristo Bretos es realizar un instrumento real que «realmente puede ser tocado» a través de un estudio de maderas, afinaciones y longitudes de cuerda.

Un viaje «apasionante»
Sobre este último aspecto, Bretos ha detallado que para la reproducción de la viola buscaron en Europa «fuentes iconográficas y modelos parecidos que existían», que encontraron en Italia, un modelo «muy parecido que superaba lo que se hacía aquí en el siglo XV».

«El viaje ha sido apasionante, desde el descubrimiento del dibujo, la construcción de madera, hasta que un músico profesional saca sonido del instrumento, con el que se intentaba imitar la voz humana», ha resaltado el luthier, quien ha explicado que la construcción del instrumento le ha llevado un mes de trabajo completo.

Para la reproducción de la viola ha utilizado maderas autóctonas (nogal, abeto y arce), excepto para las clavijas, para lo que se ha utilizado palosanto de la India. Las cuerdas, por su parte, son de tripa de cordero.

Por su parte, el músico Sergio Barcellona ha puesto en valor «la riqueza tímbrica de este instrumento medieval» y ha afirmado que hoy en día «nos hacemos una idea de su sonoridad de forma parcial por el oído que tenemos, con falta de sensibilidad sonora». «En aquella época el oído estaba más desarrollado y se apreciaban mejor sonidos más débiles», ha apuntado Barcellona, quien también ha destacado que la variedad de instrumentos de esa época era «tremenda».

Todos los detalles de la reproducción de la viola del siglo XV serán dados a conocer este martes en una conferencia para conmemorar el Día Europeo de la Música Antigua que tendrá lugar a las 20 horas en la sede de la Capilla de Música de la Catedral, una sesión que concluirá con un concierto con tres ejemplos musicales medievales.