Más de ochocientos palestinos (cifra que las autoridades palestinas elevan hasta los 1.600) se mantienen sin comer mientras aumentan las preocupaciones sobre el deterioro de su salud y los llamamientos que solicitan que se alcance una solución, como pidió ayer el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a las autoridades israelíes, que hasta la fecha se han negado a negociar.

«Los israelíes no están reaccionando de manera positiva», ha dicho hoy a Efe el portavoz de la Comisión de Asuntos de los Prisioneros y Exprisioneros, Akram Ayasa y ha señalado que no hay vías de comunicación entre ambos.

Por este motivo, ha indicado, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, trató el tema en profundidad durante su encuentro en Ramallah ayer con el asesor estadounidense para negociaciones en Oriente Medio, Jason Greenblatt, de visita en la región tan solo dos días después que su presidente, Donald Trump, insistiera en avanzar hacia un proceso de paz entre palestinos e israelíes.

«Nos hemos dirigido a los americanos porque necesitamos tener una respuesta a las peticiones de los huelguistas. La situación es verdaderamente preocupante", ha indicado Ayasa y ha asegurado que un día antes 182 presos fueron trasladados a centros médicos para evaluar su salud.

También el carismático miembro del partido Al-Fatah y promotor de la protesta, Marwan Barguti, fue sometido este miércoles a un reconocimiento médico para evaluar el deterioro de su salud, antes de ser llevado de nuevo al centro de detención donde está recluido.

Los presos protestan las condiciones de cerca de 6.500 palestinos en cárceles israelíes, y reivindican mejoras tales como el fin de las penas en celdas de aislamiento, la tortura, negligencia médica o la detención administrativa, además de acceso a educación, cuidado médico y ampliar las visitas de familiares de una a dos mensuales.

La sociedad palestina se ha volcado en mostrar su solidaridad con los presos en huelga con paros generales, continuas marchas de apoyo y manifestaciones en las que dos palestinos han muerto y más de un centenar han resultado heridos.

Hoy, además de la convocatoria de nuevas protestas, el Comité Nacional Palestino del movimiento Boicot, Sanciones y Desinversiones (BDS) a Israel ha expresado su apoyo a la huelga y ha lanzado una campaña para promover un embargo militar a Israel, reclamando que los organismos internacionales dejen de permitir el aparato militar y de seguridad israelí y su desarrollo.