Naiz
Donostia

Visto para sentencia el juicio por la muerte del niño Julen S.

Las partes han presentado este viernes sus informes en la última sesión de la vista oral de este caso, celebrada en la Audiencia de Gipuzkoa, donde el próximo lunes el tribunal del jurado recibirá el objeto del veredicto para determinar si el padre de Julen S.L., que se enfrenta a peticiones de 18 y 20 años de cárcel, es o no el autor de la muerte de su hijo.

Defensa y acusaciones, en la última sesión del juicio. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Defensa y acusaciones, en la última sesión del juicio. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)

Para el fiscal, Jorge Bermúdez, y la acusación particular, que ejerce el abogado Iñigo Iruin en nombre de la madre de la víctima, el imputado mató al adolescente al clavarle un cuchillo en el pecho, con el fin de ocasionar un daño a su mujer, que había decidido no dar «marcha atrás» en una ruptura que él no deseaba, lo que le producía «frustración e ira», según palabras del primero.

«Quiere que la madre sufra. No es nada extraño en este país. De hecho hemos acuñado una categoría para ello: niños víctimas de violencia de género», ha subrayado Bermúdez.

Las acusaciones han destacado que las personas del entorno de Julen que han testificado han afirmado que era un chaval «alegre» y «feliz», al que la separación de sus padres no le había afectado tanto como para llegar al «cataclismo emocional» y con ello al suicidio.

Han descartado igualmente la muerte accidental, ya que consideran imposible, frente a lo que ha sostenido la defensa, que Julen se clavara el cuchillo cuando intentaba forzar una hucha subido en una banqueta en el que había sido el dormitorio de sus padres.

«Autolesión»

El letrado defensor, Miguel Castells, ha dicho por el contrario que se han abierto «infinitas» posibilidades sobre la causa del fallecimiento del menor y que todas ellas apuntan a la «autolesión», ya sea el suicidio o la muerte accidental, por lo que ha ampliado el número de hipótesis sobre las que había planteado inicialmente.

Castells ha justificado el comportamiento «errático» de su representado –estuvo desaparecido siete días tras la muerte de su hijo– porque se encontraba en «estado de shock».

«Sobre un mismo hecho se pueden hacer multitud de versiones contrarias, pero no una certeza jurídica. No basta con que sea lógico o sea la hipótesis más probable para darla por cierta», ha indicado el abogado, quien ha recordado al jurado que «en caso de duda, hay que absolver».