Para LAB, según ha dicho en conferencia de prensa, la bajada de la carga de trabajo en Orkoien no es casual ni ha sido algo repentino y la multinacional «sabía desde hace tiempo» que las bombas de dirección hidraúlicas que fabrica esta plan tiene cada vez menos mercado.

Pero, sin embargo, «ha incumplido todos sus compromisos para traer nuevos productos» mientras la plantilla «ha sufrido una pérdida de sus condiciones laborales».

Según el sindicato, la empresa tampoco ha presentado ningún plan industrial «porque no ha tenido voluntad de hacerlo», por lo que adelanta que LAB «no acepta ni el cierre ni despidos» que «no tienen ninguna justificación».

La alternativa que ofrece, «viable y perfectamente asumible», pasa por el incremento progresivo en la producción de amortiguadores en Ororbia y en paralelo aumentar su plantilla con personal de Orkoien por orden de «antigüedad».

Las condiciones laborales de la plantilla resultantes deben ser para LAB las del convenio de KYBSE Ororbia, y la multinacional tiene que asumir el «compromiso de mantenimiento durante 10 años del volumen adicional» de producción.

Además su propuesta indica que, «pasados tres años, ambas plantillas y empresas se habrán convertido en KYBSE como un único centro de trabajo», aunque antes se deberá elaborar «un plan transitorio de tres años para hacer frente al excedente de jornada en KSS hasta finalizar la fusión».

Y precisa que la capacidad de Ororbia ha llegado a sobrepasar los 14,5 millones de amortiguadores, pero en la actualidad no opta a la demanda existente en el mercado por falta de inversión.

«De aceptar la fusión en estas condiciones la multinacional podría optar a esos volúmenes y tener asegurado el soporte técnico imprescindible de la plantilla actual de KYBSE», ya que, según puntualiza LAB, «el salario de KSS Orkoien es similar al que se cobra al entrar en KYBSE, por lo que esta propuesta no supone un coste adicional a la multinacional».

Por eso el sindicato subraya que la empresa «deberá elegir si hacer inversiones importantes que tendrán retorno o invertir a fondo perdido el mismo dinero en indemnizaciones», que según sus cálculos pueden suponer 15 millones de euros.

Tras asegurar que su propuesta permite no cerrar Orkoien, garantizar el empleo aquí y en Ororbia, mantener las condiciones laborales y respetar los acuerdos colectivos, LAB asevera que «ya no hay excusas para no hablar de futuro», por lo que pide al Gobierno de Nafarroa que apoye este planteamiento.