La votación se ha producido a pesar de la negativa de las instancias judiciales y políticas de Bagdad y de la abierta oposición de Irán o Turquía, ambos con importantes poblaciones kurdas. Tampoco las potencias occidentales apoyan la iniciativa.
Todo apunta a que el «Sí» a un estado kurdo independiente obtendrá una holgada victoria, lo que supone un espaldarazo político para el presidente del Kurdistán Sur, Masud Barzani.
La papeleta incluye esta pregunta: «¿Quiere que la Región del Kurdistán y las zonas kurdas de fuera de la región se conviertan en un país independiente?». En el censo hay unos 5,2 millones de personas, incluidos los kurdos que viven en el extranjero y que comenzaron a votar hace dos días.