«Es evidente que me gustaría formar un gobierno estable, [pero] si no puede ser, hay entonces otras posibilidades», ha afirmado el líder del partido conservador austriaco ÖVP tras saberse ganador de las elecciones legislativas que se han celebrado en el país este domingo.

En una entrevista ofrecida a la televisión pública, Kurz ha explicado que tiene intención de hablar con todos los partidos con representación parlamentaria, aunque ha pedido esperar al recuento del voto por correo, que comienza este lunes.

Este voto podría ser la clave para diludiar el segundo puesto en los comicios, disputado por los socialdemócratas del SPÖ y el ultraderechista FPÖ. Precisamente el canciller saliente, Christian Kern (SPÖ), ha subrayado que no tiene intención de dimitir como líder de su partido: «No. He dico que voy a seguir en política durante diez años y quedan aún nueve».

Por su parte, el líder de los ultraderechistas, Heinz-Christian Strache, no ha expresado sus preferencias: «Cualquier cosa es posible. Estamos contentos con este gran éxito y una cosa está clara: casi el 60% de la población austriaca ha votado a favor del programa del FPÖ».

Las proyecciones publicadas por la cadena estatal ÖRF sitúan al VPÖ al frente con un 31,6% de votos, seguido del SPÖ (26,9%) y FPÖ (26%). Muy por detrás están NEOS (un partido liberal creado en 2012), con un 5,1%, la Lista de Peter Pilz (4,3%) y Los Verdes (3,9%). Una segunda proyección elaborada por SORA arroja resultados similares.