Hace casi 100 años, en la segunda década del pasado siglo, comenzaron a surgir en Iruñerria los primeros grupos montañeros. Se organizaron en torno a asociaciones vinculadas con otros deportes, con el folklore o con ideales políticos, como el C.A. Euzkotarra, el C.A. Aurora, el C.A. Osasuna, el C.D. Indarra y la peña Mendi Gizonak de Atarrabia.

En 1930, por causas todavía desconocidas, desaparecieron todos los grupos de montaña, incluso la propia Federación. Cuatro años más tarde fueron convocados todos los montañeros a una reunión en el bar Irañeta de la calle San Nicolás, en Iruñea, para tratar de relanzar el montañismo de manera agrupada. De ese encuentro surgió la Sociedad Montañeros de Navarra, integrada por 98 socios y ninguna socia.

Este grupo estableció su domicilio social en el Ateneo Navarro, desde donde se organizaron excursiones, finalistas, charlas y una publicación de una página denominada ‘Alpinismo’. Al mismo tiempo resurgió la Federación Vasconavarra de Alpinismo y el PNV creó el Euzko Mendigoizale Batzar, sociedad integrada por todos los grupos afines que practicaban el montañismo, entre los que figuraba el viejo C.D. Euzkotarra.

En 1936 un grupo de jóvenes iniciaron una nueva sección de montaña en Euzko Gaztedi Kirolzalea, pero unos meses más tarde se produjo el golpe de Estado franquista y la actividad montañera se paralizó por completo. Una vez terminada la guerra, se retomaron las iniciativas para agrupar a los montañeros y realizar actividades en común. También se relanzaron otras actividades deportivas. Así, el 16 de diciembre de 1941 se creó un equipo de fútbol denominado Club Deportivo Navarra, que en realidad era una sociedad en la que también tenían cabida el ciclismo y el baloncesto.

Con el fin de incluir más actividades deportivas, el CDN decidió crear una sección de montaña. En ella se integraron siete jóvenes montañeros de Iruñea que un año antes, en 1940, habían creado el Club Deportivo Menditarte. El fútbol, el ciclismo y el baloncesto acabaron por desaparecer del CDN, y al final solo quedó la sección de montaña. Sus estatutos fueron aprobados por Madrid en marzo de 1943, catorce meses después de la histórica reunión en la que fue nombrada la primera junta directiva del Club y se decidió que fuesen socios fundadores los 40 montañeros que habían ingresado en 1942.

En 1944 apareció el primer número del boletín social del Club, una circular para los socios que, con el tiempo, se convirtió en la revista ‘Gure Mendiak’. Un año después se creó la sección de esquí, a la que en años sucesivos seguirían las de escalada, espeleología y cultura. La afición al montañismo fue creciendo en esos años y comenzaron a organizarse excursiones colectivas en autobuses, en una época en la que pocas personas disponían de vehículos propios.

Sedes en Mercaderes, Estafeta y Jarauta
La primera sede del CDN estuvo en la calle Mercaderes nº 5, desde donde se trasladó a la calle Estafeta nº 33, 2º. Allí se vivió la época dorada del Club durante un cuarto de siglo, hasta que en 1976 se compraron los locales de la calle Jarauta 78, donde siguen en la actualidad. 

Desde los locales de la Estafeta no solo se fomentó la práctica del montañismo, sino que allí nació también la primera sociedad gastronómica de la ciudad, que más tarde daría lugar a Napardi. En esa sede se organizaron también las primeras actividades de espeleología de manera organizada, y también fueron pioneros en la organización de proyecciones a cargo de montañeros de élite a nivel mundial, como Gastón Rebufat y Lionel Terray, que acudieron a Iruñea en 1963. En unos años en los que apenas había cartografía para orientarse en la montaña, el CDN se encargó también de divulgar itinerarios y recorridos con la ayuda de mapas y gráficos.

En 1971 se inauguró el refugio Ángel Oloron en Belagua, el gran proyecto en el que el CDN había venido trabajando durante muchos años. Por él han pasado miles y miles de montañeros de todo Euskal Herria y de otros lugares, ya que era un lugar referencial para ascender a cimas que rondaban o superaban los 2.000 metros de altitud. Además, el refugio sirvió para potenciar la práctica del esquí de fondo mediante cursillos de iniciación y perfeccionamiento, y también fue clave en el surgimiento de la Alta Ruta de Belagua, una prueba de gran prestigio que más tarde pasó a denominarse Pyrene.

En la actualidad, el Club Deportivo Navarra continúa su labor desde los locales de Jarauta 78. Atrás han quedado 75 años de promoción de actividades relacionadas con la montaña, de ascender a cimas, descender a simas, hacer recorridos en bici o en esquí, aprender a orientarse… Dicen que una larga travesía comienza con un pequeño paso. La iniciada aquel lejano año de 1942 todavía continúa.