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Barkos ve «justa» una reforma fiscal que para la oposición es la peor del Estado

La presidenta Uxue Barkos ha defendido como «justa» la nueva reforma fiscal planteada por su Gobierno para diferentes tributos y que, sin embargo, la oposición ha afirmado que deja al herrialde en la peor situación del Estado en varios impuestos.

La presidenta Barkos, en una intervención en el Parlamento. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)
La presidenta Barkos, en una intervención en el Parlamento. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

«Mi posición con respecto a las modificaciones fiscales es que se trata de avanzar en la progresividad y dotar de mayor equidad al sistema tributario sin un aumento apreciable de la presión», ha dicho la presidenta en el pleno del Parlamento en respuesta a una pregunta del PP.

Y ha añadido que el objetivo final es «una mejor redistribución de riqueza», aunque el impacto de las reforma es de solo dos euros por cada mil en las arcas públicas, 28 millones de euros en dos años.

«Estamos en la senda de una política fiscal más acorde con la posibilidad y las necesidades, más acorde con la redistribución de la riqueza», ha añadido la presidenta.

Por contra, la popular Ana Beltrán ha sostenido que todos esos objetivos «son desdichos por la realidad» cuando en el herrialde hay «57.000 navarros a día de hoy que se sitúan por debajo del umbral de la pobreza cuando a su llegada al Gobierno no eran más de 50.000».

Este dato entre otros ha llevado a la dirigente popular a concluir que el Gobierno utiliza el dinero «para asuntos como el euskera mientas hablan de mejorar la calidad de vida de la gente».

Por eso Beltrán le ha pedido que «si sangran, sangren para el bien» para atender a los mas desfavorecidos, algo que ahora es «absolutamente falso».

«Están utilizando los Fueros para exprimir», ha afirmado, y como ejemplos ha citado que el Gobierno está «condenando» a la construcción «a no levantar cabeza», a los planes de pensiones «a la menor desgravación de España» o al ahorro a un mayor tipo fiscal.

Para Barkos estas afirmaciones son, «una vez más, falacia tras falacia» y «un revoltijo de foralidad contra impuestos, pobreza contra euskera», pero «el tiempo da y quita razones» y la realidad «no es así».

De hecho ha aseverado que «la estabilidad política que este Gobierno es capaz de aportar está revirtiendo claramente» y la reforma fiscal «permitiendo que los servicios públicos mejoren claramente» tras los recortes.

Nafarroa «empieza a crecer por encima de la media del Estado y mejoran las políticas sociales. Decir que la políticas fiscales quieren exprimir a la ciudadanía es el mejor ejemplo de la irresponsabilidad con la que usted suele tratar estos temas».

Ha defendido así en respuesta otra pregunta del PSN que la reforma es «justa» para «la equidad del sistema y unos servicios que garanticen la cohesión social», y ha recordado la de 2014 «para perder unas cantidades absolutamente necesarias para hacer frente a la crisis».

«Justa no, ni con las renta bajas ni con las medias» y «lejos de corregir el error perseveran penalizando» la vivienda, el ahorro o los hijos, y haciendo a Nafarroa la comunidad «menos atractiva de España para invertir», ha replicado la socialista María Chivite.

Por eso, tras defender que «hace falta equilibrio y habilidad» para que la recaudación sea suficiente para lo que se necesita, Chivite ha anunciado una enmienda a la totalidad porque «lo fácil no es lo más justo».

La presidenta ha concretado además a preguntas de UPN que la reforma supondrá por ejemplo en el Impuesto de Sociedades «una mejora» de la técnica y del escudo fiscal, o en el caso de Sucesiones, la exención hasta 250.000 euros, lo que beneficie al 90 %, y hasta los 416.000 euros menos tributación.

«Es una presidenta cada día más radical en lo identitario y en la política fiscal», ha aseverado por UPN Javier Esparza, quien le ha preguntado a Barkos si no sale a la calle para escuchar que el IRPF es «el peor de España, 81.000 navarros con hipotecas pierden la deducción, los empresarios son los peor tratados o la fiscalidad del ahorro es la más alta».

Para Esparza, el Gobierno «ha implantado un modelo dañino para todos a partir de 19.000 euros y también para la empresa», una reforma que «pagarán las familias y la pequeña empresa» porque «a los ricos usted no sube los impuestos».