Dylan Baldi es el nombre que se encuentra detrás de Cloud Nothings, uno de los grupos más excitantes surgidos en los últimos años de la escena de Cleveland (Ohio). Al igual que muchos otros, Baldi comenzó a gestar su proyecto en el sótano de su casa cuando tenía 18 años. Entonces ya era un estudiante con un oído afilado para la melodía y una mente inquieta para crear canciones. Prolífico desde el comienzo, su primer trabajo –tan áspero como directo– reflejaba el pop más espasmódico en la mejor tradición de los Buzzcocks. Poco tiempo después se le presentó una oportunidad para abrir un concierto en Brooklyn y no se lo pensó dos veces.

En 2010, el sello Carpak dio a conocer “Turning On”, una retrospectiva que agrupaba singles de 7 pulgadas de sus inicios y su álbum de debut en una tirada limitada en formato de casette y vinilo. Al año siguiente, ya bajo el nombre de Cloud Nothings, debutaba con un disco homónimo en el que Baldi plasmaba su paso por un estudio profesional derramando las infinitas capas de distorsión que una vez habían oscurecido y mejorado cada uno de sus temas. Lo que vino después fue un avance inesperado, ya que en 2012 se publicaba “Attack on Memory”, un álbum producido gracias a la ayuda de Steve Albini con el que se anunciaba la llegada de un nuevo sonido a Cloud Nothings.

Lo que antes solo era Baldi, venía acompañado en la composición de su banda de directo: el batería Jayson Gerycz, el bajista TJ Duke y el guitarrista Joe Boyer. En 2014 veía la luz su disco “Here and Nowhere Else”, refinado y expansivo trabajo que asentó las bases de un proyecto sólido, borrando de alguna manera su pasado y mostrando un enorme potencial en Baldi como cantante y líder de una banda de rock innegablemente importante.

En la actualidad más reciente, su nuevo álbum “Life Without Sound” agrupa un conjunto de canciones más reflectantes. Baldi se pasó más de un año escribiendo y preparando estos temas, junto a sus compañeros de banda, antes de que hace casi un año se unieran al productor John Goodmanson (Sleater Kinney, Death Cab for Cutie) en los estudios Sonic Ranch de El Paso, en Texas, durante tres semanas de marzo.

El resultado es el disco más pulido de Cloud Nothings, pop de guitarras de alto nivel, donde Baldi mantiene unos estándares sencillos y de gran calidad. El joven de Rico muestra así una visión global del rock y matiza en detalles. Inteligente, centrado y enormemente aditivo, es la demostración de cómo debe de ser concebido el pop impulsado por una guitarra eléctrica. Baldi es ese compositor que sigue sonando como uno de los mejores de su generación y que a sus 25 años disfruta conduciendo por los suburbios de Cleveland mientras sus discos suenan en el reproductor del coche.

CD AIPAGARRIA

Ariel Pink & Weyes Blood

“Myths 002” • Pop progresivo, 2016 •&flexSpace;Mexican Summer

Fue en el desierto de Texas, el pasado mes de marzo, donde se concibió “Myths 002”. El mérito es de Ariel Pink, un icono subterráneo conocido por su pop estilizado y subversivo, y Natalie Mering, alias de Weyes Blood, una de las futuras valedoras del nuevo folk cósmico. Juntos compusieron estas canciones cargadas de energía. Las auras de los dos artistas, con voces claramente distintivas, se pliegan aquí en armonía sin apenas esfuerzo. Son cuatro canciones donde el carisma underground de Ariel Pink choca de frente con la voz operística de Weyes Blood. No obstante, salen airosos del juego nutriéndose del pop de los 80 para sincronizarlo con el rock progresivo.