GARA
SANA’A

Las bombas destruyen Yemen mientras aumentan las acusaciones contra Irán

Los hutíes continuaron ayer su lucha contra las fuerzas leales al presidente Hadi, a pesar del apoyo árabe a la ofensiva liderada por Riad contra sus posiciones, mientras la Liga Árabe daba oficialmente luz verde a una fuerza militar conjunta para hacer frente a Irán.

Se libraron ayer intensos combates entre milicianos hutíes y grupos tribales defensores de Hadi en la ciudad de Adén y en la provincia de Shebua. Murieron al menos 50 combatientes leales al grupo rebelde chií.

En Adén, los combates entre los Comités Populares –miembros de diferentes tribus– y los hutíes tuvieron lugar en el barrio de Jour Meksar, en el centro de la localidad, y en la zona de Dar Saad, al norte. Decenas de milicianos tribales tenían cercado un batallón leal a los hutíes en el cuartel Badr.

En la provincia de Shebua, a unos 570 kilómetros de la capital, la zona de Bihan fue escenario de duros choques entre fuerzas leales a Hadi y hutíes respaldados por fuerzas militares del norte. La milicia chií se hizo con la zona el viernes.

En el noroeste, 26 soldados murieron por los bombardeos de la coalición contra los hutíes. Fueron atacados cuarteles del Ejército yemení –del sector leal a los hutíes– en Hesha y Saada, limítrofes con Arabia Saudí.

Estos combates son una especie de ensayo de lo que viene. La Liga Árabe contará con una fuerza militar conjunta para «hacer frente a las amenazas contra la seguridad nacional, la expansión de grupos terroristas y las injerencias extranjeras», según el comunicado final de la cumbre de Sharm el Sheij. La resolución recibió el respaldo de 21 de los 22 países del organismo (el asiento de Siria estuvo vacío). Aunque finalmente firmó la resolución, Irak fue el miembro de la Liga que mostró más «reservas porque no se habían hecho estudios preliminares», declaró el ministro de Exteriores, Ibrahim al Jaafari. El Gobierno de Bagdad tiene una relación muy estrecha con Irán, cuyo ascenso en la región ha sido uno de los motivos que ha llevado a la Liga a aunar esfuerzos militares.

Diversos estados han acusado a Irán de apoyar la rebelión de los hutíes: Turquía, Arabia Saudí, Israel, Kuwait y, con más insistencia que nadie, Yemen.

El Gobierno iraní llamó ayer al encargado de negocios de Turquía en Teherán para protestar por las acusaciones del presidente Erdogan sobre la implicación directa de Teherán en el conflicto del Yemen.

Aún no hay acuerdo nuclear en Lausana

Por el momento no hay ningún acuerdo firme entre Irán y las grandes potencias, ya que todavía quedan temas por resolver, declaró un negociador iraní, matizando las palabras de unos diplomáticos occidentales que evocaron compromisos en varios puntos clave. «No se ha concluido ningún acuerdo y hay cuestiones en suspenso que todavía se deben solucionar. Las partes involucradas deben renunciar a sus demandas excesivas y tomar una decisión estratégica y decir si quieren presión o un acuerdo», declaró a la AFP este responsable.

Previamente, diplomáticos occidentales habían dicho que Irán y las potencias estaban a punto de llegar a un acuerdo sobre puntos clave del programa nuclear de Teherán. Uno de estos puntos se refiere a la cantidad de centrifugadoras que permiten enriquecer el uranio, que Irán aceptaría reducir significativamente, según estas fuentes occidentales. «Que conservaremos un número sustancial de centrifugadoras y que no se cerrará ningún sitio son las bases de las conversaciones», explicaba su versión una fuente iraní.GARA