Iratxe FRESNEDA
68 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CANNES

EL INMENSO ESCAPARATE DEL «CINE FRANCÉS»

Un año más Cannes se revela como el festival de los festivales a pesar de que la cosecha de este año haya creado controversia. Varias favoritas aspiran a ganar la Palma de Oro, entre ellas, la película “Assassin”, de Hou Hsiao-Hsien.

A estas alturas ha sucedido casi de todo en Cannes, sobre todo hemos sufrido los selfies. La “prohibición” sirvió de poco y el mal gusto ha campado a sus anchas por alfombras, salas y espacios variados. El desfile de vestidos, tacones y escotes ha vuelto a deslumbrar y las críticas feministas al festival de festivales se han quedado en ecos lejanos. Cine francés, sobre todo, y mucha película patrocinada o subvencionada desde el Estado francés. Este ha sido uno de los rasgos distintivos de esta 68 edición, un detalle que denota la inmensa capacidad de la industria cinematográfica francesa, capaz de sostener un festival internacional de este calibre, en gran parte, con material propio. El cine en Francia es cuestión de estado, aquí el séptimo arte es parte de la cotidianidad, se cuida y se ama. Solo de esa forma se consigue obtener cosechas como las suyas.

Y para entrar a los cines e informar al mundo de las últimas tendencias y obras cinematográficas, en Cannes, los periodistas hacen cola y las castas se mantienen inamovibles. La Croisette, arteria del festival, está tan poblada que hay que abrirse paso con machete y, a veces, los críticos y periodistas parecemos Indiana Jones en busca de la película pérdida. Sea como fuere, Cannes avanza en su itinerario, y a las puertas de que sepamos cuál es la flamante ganadora de este año, la favorita del jurado presidido por los Coen, podemos decir ya que durante este camino ha habido paradas reseñables y otras no tanto, algunos tesoros y varias decepciones.

Misión: eliminar a los tiranos

Entre los tesoros de la Sección Oficial a concurso, la preciosista cinta de Hsiao Hsien “Assassin”, un relato ambientado en la China del siglo IX, que narra la historia de Nie Yinniang, una justiciera educada en las artes marciales y cuya misión es eliminar a los tiranos. Su maestro le asigna la misión de matar a su primo Tian Ji’an, gobernador disidente de la provincia militar de Weibo. Nie Yinniang tendrá que elegir: sacrificar al hombre que ama o romper definitivamente con «la orden de los Asesinos».

Con este argumento clásico, proporcionando a la mujer el derecho a ejercer la violencia y por ende representar a la heroína de la película, esta cinta de una factura irreprochable ha supuesto un salto en la trayectoria del director taiwanés al situarse al frente de un filme wuxia (kung fu).

“Assassins” evoca los modos de hacer de un cine que ya se fue mediante su maravilloso prólogo en blanco y negro para después rendir homenaje a los clásicos japoneses con esta obra en la que, rara vez, el espectador se encontrará primeros planos y que, sin embargo, quedará boquiabierto por la espectacularidad de la realización y las composiciones fotográficas.

También dentro de la sección oficial, algo lejos de “Assassins”, pero cerca de la belleza cinematográfica y de la maestría, está “Youth”, la última cinta de Paolo Sorrentino. En el film del italiano, Harvey Keitel, un director de cine en el ocaso de su carrera, da réplica a Michael Caine, un compositor que ya no encuentra la motivación necesaria para seguir trabajando. Ambos octogenarios comparten preocupación por el paso del tiempo mientras descansan en un balneario de los Alpes. Por allá desfilan personajes de todo tipo y condición que Sorrentino caricaturiza o muestra con crudeza mediante una realización perfeccionista y evocadora que, de nuevo, como hizo con “La grande belleza”, dejará en evidencia la ridícula existencia de las élites, señalando sus carencias y recordándonos que la muerte nos aguarda a todos a la vuelta de la esquina de igual manera.

Momentos hilarantes con la aparición de un personaje que emula a Maradona, Hitler, Miss universo, adolescentes que acompañadas por su madre acuden al balneario para prostituirse, “Youth” tiene un guion detallista que se acompaña de brillantes actuaciones y apariciones estelares como la de Paul Dano (algo desaprovechado) y secuencias que quedan grabadas en la retina.

Lejos de escandalizar, “Love”, de Gaspar Noé, la supuesta primera película con secuencias pornográficas y en 3D, ha dejado frío al personal, casi tanto como “Valley of love”, de Guillaume Nicloux, otra cinta francesa protagonizada por Gerard Depardieu e Isabelle Huppert en la que el primero hace más o menos de sí mismo. “Lobster”, de Yorgos Lanthimos o la preciosa “Carol”, de Tod Haynnes, son algunas de las otras favoritas de esta Sección Oficial a concurso en la que “Sicario”, de Denis Villeneuve brillaba por aclamación popular. De Un Certain Regard destacamos “Cemetery of esplendor”, de Apichatpong, “Alias Maria”, de José Luis Rugeles Gracia, “The other side”, de Roberto Minervini o “Zvizdan”, de Dalibor Mataníc.

Son todas las que están, pero no todas las que son. La suerte está echada.

 

«Women in motion» en Cannes 2015: una iniciativa sin motines

François Henri-Pinault, el magnate que dirige el grupo Kering (Bottega Veneta, Saint Laurent, o Gucci) y Salma Hayek, han impulsado esta iniciativa que, entre otras cosas, además de promocionar las citadas firmas, ha organizado una serie de encuentros con cineastas y actrices para «reivindicar la igualdad de la mujer en la industria cinematográfica».

Los encuentros han sido en el lujoso hotel Majestic, donde nada más entrar te registran. El Majestic es un hotel elegante, como la firma que patrocina los eventos de «Women in motion». Cuando llegas a la sala donde se realizan los encuentros, te encuentras con un suntuoso recibidor repleto de viandas y presidido por una foto de una bella Jodie Foster adolescente. Comida sofisticada y libretas Moleskine para los asistentes.

Todos sentados esperamos a que llegue Claire Denis. Llega con dos alumnas chinas a las que ha ayudado en su primer proyecto. Entre algunas de las perlas que escuchamos, esta: «A pesar de que sea un mundo de hombres nunca lo he temido. A la hora de hacer algo, nada me ha detenido por ser una mujer».

La frase queda muy bien en el contexto, pero lejos del occidente rico y opulento, existe la realidad. Salimos de la sala con una cesta de productos para el pelo.I.F.