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JERUSALÉN

Los palestinos piden protección a la ONU ante la escalada de violencia

Las fuerzas israelíes mataron ayer a cinco palestinos, entre ellos dos menores de 13 y 15 años, cuando participaban en una manifestación al sur de la Franja de Gaza. El embajador palestino en la ONU, Ryad Mansour, pidió la intervención «urgente» de Naciones Unidas para «proteger a la población civil palestina indefensa».

En una carta dirigida al Consejo de Seguridad, el embajador palestino en la ONU, Ryad Mansour, pidió la intervención «urgente» de Naciones Unidas para proteger a la población civil de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén.

«Es urgente garantizar inmediatamente la protección de la población civil palestina indefensa, en cumplimiento de las provisiones y obligaciones del derecho internacional humanitario», remarcó en la misiva difundida en los medios en Jerusalén. «Las víctimas y heridos entre la población civil palestina, incluidos mujeres y niños, están creciendo trágicamente», advirtió. Ayer, dos menores de 13 y 15 años murieron por impacto de bala durante una manifestación al este de Khan Yunis, la sur de la Franja de Gaza. Al menos, otras 15 personas sufrieron heridas, según informó el Ministerio de Salud palestino.

El viernes, otros siete palestinos fallecieron en la misma localidad cuando francotiradores israelíes abrieron fuego contra una manifestación cerca de la valla de separación de Israel.

Ante el aumento del número de menores afectados por la actual escalada de violencia, la organización Defensa de los Niños Internacional-Sección Palestina (DCI-Palestina) denunció que desde el año 2000, las fuerzas israelíes y colonos han matado a 1.991 menores palestinos, de los que 535 fallecieron durante la ofensiva militar de julio de 2014 contra la Franja de Gaza. Casi el 70% tenía menos de 12 años. Más de 3.306 resultaron heridos de diversa consideración –un millar de niños padece algún tipo de discapacidad crónica a causa de la guerra–.

Mansour mostró «la grave preocupación del liderazgo palestino y su total condena por la continuación de las flagrantes agresiones israelíes y su incitación a la violencia y el terrorismo contra el pueblo palestino».

Recordó el reciente llamamiento del alcalde israelí de Jerusalén, Nir Barkat, para que aquellos con licencia de armas salgan con ella a la calle.

Calificó dicha declaración de «provocación e incitación», que solo sirve para agravar la situación y «acrecentar la tensión junto con la prohibición a creyentes musulmanes de rezar en el complejo de Al Aqsa».

Los palestinos, mientras, enterraban a sus muertos en Gaza y Cisjordania, en un clima de gran nerviosismo. Según medios locales, no se veía a tanta gente desde la segunda Intifada.

En Jerusalén, más de mil palestinos participaron en los funerales de Ahmad Qali, de 22 años, muerto el viernes por disparos en el campo de refugiados de Shuafat. Miles de personas se desplazaron también a Hebrón, en Cisjordania, y a la cercana localidad de Yatta, para cargar con los cadáveres de dos jóvenes abatidos por fuerzas israelíes tras, supuestamente, cometer sendos ataques. Por la mañana, un joven de 16 años agredió con un cuchillo a dos ultraortodoxos que regresaban del Muro de las Lamentaciones.

«Policías que estaba en un cruce cercano vieron al terrorista con un cuchillo en la mano y le ordenaron detenerse. Él corrió hacia ellos y le dispararon para neutralizarlo», señalaron fuentes policiales en una nota.

Horas después, a solo cien metros de distancia, otro palestino de 19 años falleció tras atacar, al parecer, a una patrulla policial que le había requerido la tarjeta de identidad. Tres agentes sufrieron heridos, uno de ellos por los disparos de sus propios compañeros.

Según el recuento de la agencia de noticias palestina Ma´an, tan solo ayer 174 palestinos resultaron heridos en Cisjordania y en Jerusalén Este por el impacto de munición real (26) y de balas de goma (148). Otros 408 tuvieron que ser atendidos por inhalación de gases lacrimógenos. Desde el 1 de octubre, las fuerzas israelíes han detenido a unos 400 palestinos en Cisjordania y Jerusalén, la mitad de ellos de entre 14 y 20 años, según informó el Club de los Prisioneros Palestinos.

«Crímenes de guerra»

Hamas acusó a Israel de cometer «crímenes de guerra». Su portavoz, Sami Abu Zuhri, afirmó en un comunicado que es «obvio» por el alto número de víctimas, que los soldados «utilizaron una munición especial que solo mata» y destacó que «todas las víctimas sufrieron disparos en la cabeza o cuello».

«Estos crímenes de guerra están claros después de las ejecuciones de jóvenes mujeres y hombres en el terreno por las fuerzas de la ocupación, no solo en la Franja de Gaza sino también en Cisjordania y Jerusalén», subrayó. Desde el 1 de octubre, 20 palestinos han muerto en Jerusalén, Gaza y Cisjordania y más de un millar han resultado heridos –cientos de ellos por balas y gases lacrimógenos–.

Condenó «el silencio del mundo hacia estos crímenes. Este silencio significa que el mundo legaliza estas prácticas criminales». «Esta indiferencia –añadió el representante del movimiento islamista– nos obliga a hacer todo lo necesario para defender a nuestro pueblo».

El Parlamento de Jordania acusó a Israel de practicar el «terrorismo de Estado» contra el pueblo palestino y lamentó que la comunidad internacional no haga nada para impedirlo

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se quejó al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, de la «incitación mentirosa» que, a su entender, promueve la Autoridad Palestina (ANP) y «alienta» la actual ola de violencia. En un comunicado difundido al concluir la jornada del shabat, la oficina del primer ministro informó de que Netanyahu habló por teléfono con Kerry el viernes y le dijo que «espera de la Autoridad Palestina que detenga su salvaje y mentirosa incitación, que está alentando la actual ola de terrorismo».

Asimismo, ordenó un refuerzo masivo de la Policía y Guardia de Fronteras con trece compañías adicionales, además de las tres que dispuso recientemente. «He ordenado la movilización de compañías de la Policía de Fronteras para restaurar la seguridad y el orden en Jerusalén y en el país. Continuaremos haciendo todo lo que sea necesario», señaló Netanyahu, que calificó la medida de «preventiva» y «disuasoria».

El Ejército desplegó dos baterías antiaéreas «Cúpula de hierro», tras el lanzamiento de dos cohetes desde Gaza. La primera de estas baterías fue desplegada en torno a la ciudad de Beer Sheva, en del desierto del Negev, mientras que la segunda lo será en la ciudad de Ofakim.

Kerry conversó ayer, por separado, con Benjamin Netanyahu y Mahmud Abbas para expresar su «profunda preocupación» y ofreció su apoyo a «los esfuerzos para restaurar la calma lo antes posible». Instó a ambos a «reducir tensiones», al tiempo que subrayó «la importancia de mantener el statu quo mediante palabras y acciones» en la Explanada de las Mezquitas, y de «prevenir la retórica inflamatoria y las acciones que puedan aumentar las tensiones».

Las redes sociales, espejo de «la ocupación y la injusticia»

El Gobierno israelí ha exigido a Facebook y YouTube que no permitan la difusión de vídeos sobre los enfrentamientos y detenciones que están teniendo lugar porque, según el portavoz de Exteriores, Emmanuel Nahson, «exhortan a atacar a israelíes» o incitan al «odio» hacia los judíos y al «derramamiento de sangre». La Policía ha abierto una nueva unidad de ciberseguridad en árabe para espiar las redes.

«La influencia de las redes sociales sobre lo que está ocurriendo es enorme. Todos estamos conectados, siguiendo lo que ocurre al minuto», señala Samer, un joven palestino de 20 años. Uno de los casos más sonados fueron las imágenes que mostraban cómo la Policía pegaba siete tiros al joven de 19 años, Fadi Alun, rodeado de decenas de ultraortodoxos y que fue acusado de un apuñalamiento, algo que su entorno niega. «Las imágenes que demuestran que estaba desarmado y fue ejecutado sin miramientos circularon como la pólvora», afirma.

Rania Zabaneh, analista de redes sociales, declara a Efe el importante papel que están jugando. «La gente ve cosas que antes no veía, los medios ya no son la única fuente. Sobre todo los jóvenes, ven la injusticia una y otra vez y esto tiene un efecto evidente en promover la ira», asegura.

Para Xavier Abu Eid, portavoz de la OLP, las imágenes «evidencian la injusticia con la que se está operando. Están habiendo claras ejecuciones de palestinos por Israel». «Aquí ya conocían esta realidad, pero ahora ver cómo las pruebas salen a la luz y no hay respuesta de la comunidad internacional –que condena solo la violencia palestina– evidentemente calienta los ánimos», pone de manifiesto.

La consultora de comunicación Nur Odeh cree que la información que se difunde «juega un papel muy importante. Por primera vez en este conflicto el mundo está viendo, casi en directo, por ejemplo, lo fanáticos que son los colonos».

«Los vídeos también tienen un efecto muy poderoso sobre los palestinos. Están enfadando mucho a la juventud, lo que deriva en una mayor disposición a cometer ataques», opina. Y asegura que la incitación en las redes corre de las dos partes, porque «también pueden verse cientos de páginas que se mofan de los palestinos, instigan contra ellos y defienden la necesidad de dispararles en vez de detenerles».GARA