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El PKK no ve ninguna razón para acabar con la lucha armada

El PKK no ve «ninguna razón para poner fin a la lucha armada» con el actual estado de cosas en Kurdistán y advierte de que «la guerra civil se va a agravar». La operación militar contra ciudades kurdas y la resistencia en estas sigue elevando el número de muertos.

«Todos los canales de comunicación con el Estado turco están cerrados. No tenemos ningún contacto» y «hemos vuelto al estado de guerra», afirmó el líder del PKK Cemiul Bayik. «El Estado turco no está ya en una lógica de negociación o de solución, sino de eliminación del movimiento kurdo», añadió en una entrevista en el diario “Le Monde”. «No hay ninguna razón para que pongamos fin a la lucha armada en el actual estado de cosas. Al contrario, en los meses que viene la guerra civil que asola Turquía se va a agravar», añadió el líder guerrillero.

Además, Bayik anunció la creación de «un frente revolucionario con otras organizaciones del interior y del exterior de Turquía, que comparten nuestro combate y lucharán con nosotros contra el régimen».

En las últimas semanas el Ejército ha lanzado una gran operación militar en Kurdistán contra el PKK, pero que también ha provocado al muerte de decenas de civiles en localidades urbanas asediadas por el Ejército con tanques, helicópteros y miles de soldados y policías.

Según fuentes militares, al menos 205 supuestos miembros del PKK han muerto desde el pasado día 14. Pero muchas de las víctimas mortales se han producido en ciudades como Diyarbakir, Cizre o Silopi, donde el PKK niega que combatan sus guerrilleros. Sometidos a constantes toques de queda desde agosto, estos núcleos urbanos cuentan con la resistencia de civiles y de jóvenes simpatizantes del PKK, que levantan barricadas y cavan zanjas para frenar a las fuerzas de seguridad. Según el partido prokurdo HDP, al menos 171 civiles han muerto en 18 localidades de Kurdistán norte. El pasado martes contabilizó ocho muertos en Cizre, 12 en Silopi y dos en Diyarbakir en diez días. Ayer continuaban los tiroteos y enfrentamientos callejeros en la ciudad de Sirnak.

El Consejo de Europa ha expresado su preocupación por que durante los toques de queda se produzcan violaciones de los derechos humanos.

Mientras, el HDP ha buscado aliados en Rusia, donde Ankara cuenta cada vez con mayores enemistades. El líder del partido, Selahattin Demirtas, se entrevistó el miércoles con el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, quien afirmo que Rusia está preparada para cooperar estrechamente con los kurdos que luchan contra Estado Islámico (ISIS). El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, reaccionó acusando al HDP y a Demirtas de «traición».

El HDP acusa a Ankara de estar más preocupado por las milicias kurdas que por combatir al ISIS. De hecho, las fuerzas turcas atacan también a los kurdos que en Siria combaten contra los yihadistas y ayer mismo dispararon con armas medianas y pesadas hacia la ciudad fronteriza de Tel Abyad.

Amenaza de cinco años de cárcel para el director de «Hürriyet»

El director del diario turco “Hürriyet”, Sedat Ergin, se enfrenta a una posible condena de hasta cinco años y cuatro meses de cárcel por supuestamente «insultar» al presidente del país eurasiático, el islamista Recep Tayyip Erdogan. Según informó ayer la versión en lengua inglesa de “Hürriyet”, la Justicia turca ha iniciado un juicio contra el periodista por una información aparecida en setiembre pasado en ese rotativo. El fiscal Idris Kurt asegura en su acusación que el diario «insultó» a Erdogan al parafrasear de forma malintencionada unas declaraciones suyas, el pasado 6 de setiembre, sobre un ataque perpetrado por el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Daglica, en el sureste del país, y en el que murieron 16 soldados.

Este caso ha sido agregado al juicio abierto ya con anterioridad contra Ekrem Dumanli, exdirector del también opositor diario “Zaman”, acerca de una información sobre el mismo discurso del presidente. La acusación habla de informaciones «no reales, ofensivas y malintencionadas» sobre las declaraciones hechas por Erdogan en un discurso televisado tras el ataque de Daglica. Por eso, precisa el fiscal, estas informaciones periodísticas «no deberían estar amparadas por el derecho a la libertad de expresión». Un día después del discurso del presidente y la noticia publicada por “Hürriyet”, la sede central del diario en Estambul fue atacada a pedradas por unos 150 manifestantes progubernamentales.

Los casos se suman a otros en los que la prensa turca es objeto de la represión de las autoridades. El pasado 26 de noviembre, el redactor responsable del diario “Cumhuriyet”, Can Dundar, y el jefe de la oficina del diario en Ankara, Erdem Gul, fueron arrestados y podrían sufrir una condena de cadena perpetua por un artículo que en el que afirmaban que los servicios secretos turcos enviaron armas a los rebeldes islamistas en Siria.GARA