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El nacionalismo corso apela a la calma frente a las manifestaciones racistas

«Hace falta recuperar la situación de calma», afirmó el presidente de la Asamblea de Córcega, Jean-Guy Talamoni, al visitar a los bomberos que fueron agredidos la semana pasada, tras lo que se desataron manifestaciones de carácter xenófobo, que incluyeron el saqueo de una sala de rezo musulmana. «La agresión incalificable de la que habéis sido víctima no debe servir de pretexto para escaladas racistas. Lo que ha pasado en las últimas horas se contradice con lo que somos en lo más profundo», añadió Talamoni.

«El nacionalismo corso está totalmente en las antípodas de todos los fenómenos de racismo, de xenofobia y de exclusión», insistió también el nuevo presidente del Ejecutivo corso, Gilles Simeoni, antes de dirigirse también al Parque de Bomberos de Ajaccio.

La noche del pasado jueves, bomberos que habían sido llamados por un incendio en el barrio Jardins de l'Empereur fueron atacados por varias decenas de personas armadas con barras de hierro y bates de béisbol que también les lanzaron piedras cuando intentaban apagar unos neumáticos incendiados. Dos bomberos y un policía resultaron heridos.

«Estaba claro que no éramos bienvenidos ni la Policía, ni los Bomberos esa noche en esa intervención. Fue ‘no estáis en vuestra casa, idos, sucios corsos, largaos’», relató uno de los bomberos agredidos. Dos sospechosos, detenidos el domingo por esta agresión, vieron su arresto prolongado el lunes.

Estos sucesos desencadenaron una serie de manifestaciones que adquirieron tintes racistas y que están siendo objeto de una investigación judicial. En el barrio donde sucedieron los hechos se ha prohibido toda concentración hasta el próximo 4 de enero.

En las protestas se escucharon consignas como «Árabes fuera» o «Estamos en nuestra casa», al igual que en pintadas en algunas paredes.

Instrumentalización política

Simeoni pidió que no se diera una lectura política a los incidentes ni relacionarlos con la llegada de los nacionalistas al poder en la isla en las últimas elecciones. «Lo que ha pasado es condenable y hace falta combatirlo políticamente. Dicho esto, nos preguntamos si no hay una suerte de instrumentalización para intentar poner en dificultad a aquellos elegidos por sufragio universal hace una decena de días», señaló en respuesta a quienes quieren vincular un hecho y otro.