El periodista palestino que lleva dos meses en huelga de hambre en una prisión israelí podría morir en cualquier momento, dijo ayer su abogado. La salud de Mohamed al Qiq es «muy, muy mala», manifestó Jawad Boulus a la agencia AFP tras visitarle el domingo. «Se enfrenta a la posibilidad de morir en cualquier momento», aseguró.

Qiq, de 33 años y padre de dos niños, trabajaba como corresponsal para la televisión saudí Almajd. Fue arrestado el 21 de noviembre en su casa de Ramala, en Cisjordania, y está en prisión bajo el régimen de «detención administrativa» que aplica Israel. Dicho régimen permite a Tel Aviv encarcelar a quien quiera sin juzgarle por periodos de seis meses renovables, una práctica condenada por los grupos de defensa de los derechos humanos.

Desde el 25 de noviembre Qiq se niega a comer para protestar contra la «tortura y el maltrato al que fue sometido durante los interrogatorios», según la ONG Addameer.

Matan a dos palestinos

Dos palestinos fueron abatidos ayer a tiros por un guardia de seguridad tras apuñalar supuestamente a dos mujeres israelíes en una colonia judía en Cisjordania, según la Policía ocupante. Los hechos ocurrieron en Bet Horon, según indicó el portavoz de la Policía, Micky Rosenfeld, a través de Twitter, precisando que una de las mujeres se encuentra en estado crítico: tiene unos 40 años y ha recibido puñaladas en el torso.

Según el diario “Ha’aretz”, los dos palestinos entraron en la tienda de la colonia, donde apuñalaron a una mujer. En su huida, apuñalaron de carácter leve a otra mujer, antes de ser abatidos a tiros por un guardia.