GARA
kiev

Yatseniuk se salva de la moción de censura, pero no evita la crisis

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk superó una moción de censura a pesar de que el propio presidente pidió su dimisión tras varios escándalos de corrupción. Sin embargo, queda en una situación muy débil, a la vez que vuelven los combates al este.

La moción de censura contra el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, fue respaldada por 194 diputados, sin llegar a los 226 necesarios para forzar su cese, gracias a numerosas ausencias. De esta forma, Yatseniuk, político apadrinado por las potencias occidentales, y su Gobierno no tendrán que enfrentarse a otra moción de destitución hasta el 22 de julio, según la Constitución ucraniana.

Pero la situación deja abiertas las dudas sobre la viabilidad de la coalición en el poder, en la que las dos principales fuerzas son la del presidente, Petro Poroshenko, y la del propio primer ministro, ya que buena parte de los diputados de los partidos que forman el Ejecutivo votaron a favor de la salida de Yatseniuk.

Unas horas antes de la votación, Poroshenko sorprendió demandando la dimisión de Yatseniuk y la del fiscal general Viktor Shokin, cercano al jefe del Estado, afirmando que «para restaurar la confianza la terapia no es suficiente, es necesaria la cirugía». Shokin renunció.

El primer ministro soportó una lluvia de críticas en el Parlamento al presentar su informe anual y aseguró haber hecho «el máximo en una situación difícil». Yatseniuk se encuentra cuestionado hace meses por la insuficiencia de las reformas prometidas y por su alineamiento con los intereses de los oligarcas. Según un sondeo reciente, solo el 8% de los ucranianos le respalda, mientras el 70% desea su dimisión. Solo 97 de los 143 diputados del Bloque Poroshenko le apoyaron y diputados próximos a los oligarcas Renat Ajmetov e Igor Kolomiosiki no votaron la moción de censura. El Gobierno ucraniano tiene además el reto de convencer a sus socios occidentales de que mantengan la ayuda financiera, suspendida por la falta de reformas y avances contra la corrupción, cuyos casos se multiplican.

Más muertos

Y a la crisis política se añade la reanudación de los enfrentamientos armados en el este. Tres soldados ucranianos murieron y siete resultaron heridos durante los choques con los separatistas prorrusos desde el lunes, según el Ejército ucraniano, la cifra de muertes diarias más alta desde mediados de noviembre de 2015. «Ayer se intensificó la situación en el frente. En general, uno de cada tres ataques del enemigo provenían de un arma pesada o de proyectiles de mortero, prohibidos por el acuerdo de Minsk», aseguró el portavoz del Ejército.