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El Grupo de Minsk arranca una frágil tregua en Nagorno Karabaj

Justo cuando Azerbaiyán reconocía 16 bajas militares mortales y amenazaba con atacar con misiles Tornado el enclave armenio, las dos partes anunciaron un alto el fuego presionadas por Rusia y EEUU (Grupo de Minsk). No obstante, sus posiciones son irreconciliables.

El Gobierno de Azerbaiyán y el Ejecutivo del enclave armenio de Nagorno Karabaj anunciaron un frágil acuerdo de alto el fuego tras cuatro días de combates que han dejado un saldo de al menos 64 muertos.

El alto el fuego entró formalmente en vigor a las 12 del mediodía de ayer, escasas horas antes de una reunión en Viena del Grupo de Minsk, en el que Rusia, EEUU y Estado francés supervisan el inexistente proceso de paz en esta estratégica región del Cáucaso Oriental.

Los choques amainaron a la hora acordada tras una noche de intercambio esporádico de fuego de artillería.

Los interrogantes persistían sobre los territorios conquistados por el Ejército azerí en los recientes enfrentamientos, los más violentos de los últimos 20 años. Bakú asegura haber tomado el control de varios altos estratégicos sobre el enclave y ha anunciado que reforzará sus posiciones. Las milicias armenias de Nagorno Karabaj replican que no debatirán sobre la persistencia del alto el fuego hasta que les sea devuelto el territorio que consideran perdido.

El presidente armenio, Serge Sarkissian, insistió en que el alto el fuego no será posible mientras los militares de ambos bandos no vuelvan a sus posiciones. Armenia apoya, naturalmente, al enclave armenio.

El presidente azerí, Ilham Aliev, ya ha dejado claro que considera inaceptable mantener el actual statu quo, en el que las tropas armenias controlan una franja de seguridad (que incluye siete distritos azeríes) que representa un 20% del territorio oficial de Azerbaiyán.

«Estamos a favor de continuar las negociaciones de paz, pero con la condición de que los dirigentes armenios reconozcan sus errores y se comporten honestamente en la mesa de negociaciones» aseguró.

El ministro de Exteriores azerí, Elmar Mamediarov, señaló que la base para el arreglo del conflicto serían los principios acordados en la conferencia de Madrid de 2007 y que fueron actualizados dos años más tarde. Entre otras cosas, esos principios incluirían la devolución a Azerbaiyán de los territorios que rodean el enclave armenio, es decir, la franja de seguridad.

Se establece también un corredor que comunicaría Armenia con el enclave, mientras el estatus legal definitivo de Nagorno Karabaj se decidiría mediante un referéndum cuyo censo y condiciones no están todavía claros.

El representante en Moscú de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, Albert Andrián, aseguró que la independencia es irrenunciable.

«Reconozcan nuestra independencia y estaremos dispuestos a sentarnos en la mesa de negociaciones para abordar cualquier cuestión y hacer cualquier tipo de concesión y compromiso», señaló.

En conversación telefónica con sus homólogos armenio y azerí, el presidente ruso, Vladimir Putin, les urgió a respetar el alto el fuego y a reanudar las negociaciones. El grupo de Minsk enviará a sus embajadores especiales a Bakú, Ereván y Stepanakert, en Nagorno Karabaj.