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Las dos partes tardan dos horas en violar la tregua en Yemen

Yemen fue escenario de nuevos combates y bombardeos tras un alto el fuego oficial que debería ser la antesala de negociaciones auspiciadas por la ONU entre los rebeldes huthíes y sus aliados del viejo régimen, de un lado, y el Gobierno y su padrino saudí, de otro.

El movimiento rebelde de los hutíes y el Gobierno del presidente Abd Rabbo Mansour, apoyado por la aviación saudí, violaron el alto el fuego en la provincia de Taiz, en el suroeste del Yemen, dos horas después de la entrada en vigor del cese de hostilidades la pasada medianoche.

Según informaron a Efe testigos locales, los hutíes prosiguieron con los bombardeos contra las fuerzas leales al presidente yemení en la ciudad de Taiz, capital de la provincia homónima.

Los insurgentes y las fuerzas de su aliado, el depuesto exmandatario yemení Ali Abdalah Saleh, atacaron con proyectiles katiusha matando a al menos un civil. Mientras, la aviación de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, lanzó tres ataques contra posiciones de los rebeldes en las zonas de Salat y Al Huban, en el este de la urbe. Los lealistas justificaron sus bombardeos como «autodefensa» y acusaron a los hutíes de 25 violaciones del alto el fuego en Taiz. Estos últimos denunciaron 33 violaciones de la tregua por parte de la coalición árabe tanto en Taiz como en Karish (sur), Nahm (noroeste) y Mareb (centro), donde según la versión contraria los hutíes habrían lanzado un misil balístico contra las fuerzas de Hadi interceptado y derribado por las baterías Patriot de la coalición árabe.

El movimiento rebelde y el antiguo gobernante Partido del Congreso Popular General, liderado por Saleh, anunciaron su compromiso de cumplir con la tregua, como también hizo la coalición árabe.

Esta última, que se comprometió a suspender las hostilidades aunque se reservó «el derecho a responder a cualquier violación del alto el fuego», intentó minimizar las violaciones del alto el fuego, el quinto cese de hostilidades acordado desde el comienzo en marzo de 2015 de la campaña militar árabe . Esta fue precedida por la irrupción en setiembre de 2014 de los hutíes en la capital, Sanaa, y del derrocamiento del gobierno de transición impuesto por EEUU y Arabia Saudí tras la revuelta popular que acabó con tres decenios largos de tiranía de Saleh.

Desde entonces la guerra ha matado a 6.300 personas, la mitad civiles. 2,4 millones han huido de sus casas y el 80% de la población precisa ayuda ya.