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Eguiguren: «Para muchos, la paz ha sido una putada»

En una amplia entrevista publicada por la revista digital «Gurb», Jesús Eguiguren confiesa que en su partido le tomaron «por loco» y que le hicieron «el vacío» por negociar con ETA en busca de la paz. «La paz es una putada para muchos, era mucho mejor que HB siguiera ilegalizada. Al legalizarlos, te quitan alcaldías, te echan del Gobierno», afirma.

«En la calle, todo el mundo se fijaba en mí y me tenían como el artífice del alto del fuego, porque vieron que, sobre todo en la última fase, me peleé con Madrid y con mi propio partido (...) Pues sí, me volví el hombre más popular de aquí, pero el enfrentamiento con la gente del PSOE no fue grato, me hicieron el vacío, me tomaron por un loco, caí enfermo, y ya llevo años así». De esta forma responde Eguiguren a la pregunta «¿te sientes orgulloso de haber sido el hombre que terminó con ETA?».

La entrevista ha sido publicada en el número 52 de la revista ‘‘Gurb’’, que analiza la actualidad a través de monográficos quincenales que incluyen opinión, reportajes y entrevistas.

Jesús Eguiguren reconoce que sus gestiones para lograr el alto el fuego de ETA le costaron la salud: «Aunque yo no tenía miedo, la tensión acumulada cuando todo se acaba te produce estas cosas. Empecé a acordarme de los muertos, me iba a la cama pensando en las víctimas y me despertaba igual. Lo peor fue que perdí toda fuerza física y psíquica incluso. Pasé una depresión de la leche, me quedé sin cargo, sin nada en el partido, y encima me quedé un poco solo... Lo he pasado muy mal».

El que fuera máximo dirigente del PSE afirma de forma rotunda que «la paz es una putada para muchos», para quienes consideraban –sin citar ningún partido en concreto– que «era mucho mejor que HB siguiera ilegalizada».

«Al legalizarlos, te quitan alcaldías, te echan del Gobierno. Había mucha gente que estaba acostumbrada al terrorismo, que llevaba su escolta, y como no veían en el terrorismo un problema histórico, sino algo con lo que había que andar con cuidado cada día, tuve muchos problemas dentro de mi partido. Todo eso lo he ido superando porque decidí apartarme, no pelear más, y dedicarme a mejorar un poco mi salud», añade.

Conversaciones con Otegi

Eguiguren recuerda también los cinco años de conversaciones que mantuvo con Otegi en el caserío Txillarre de Elgoibar, iniciadas a través de Pello Rubio, un amigo común. «Esto es un problema que tenemos que arreglarlo entre nosotros –nos dijimos–. Madrid ya tiene asumido el terrorismo vasco y no le podemos dejar este problema a nuestros hijos, así que vamos a empezar a hablar en serio. Y la sorpresa fue que él también quería hablar en serio para buscar una fórmula que terminara con esta lacra. Al principio no informamos al Gobierno, empezamos en el 2000, yo creo, y hasta que se produjo el cambio de Gobierno, ya con Zapatero, no informamos de nada».

Respecto a las negociaciones con Josu Ternera y Juan Carlos Yurrebaso, ambos en nombre de ETA, Eguiguren afirma que él no tenía la sensación de estar reuniéndose «con ningunos sanguinarios (...). Era como hablar con un político cualquiera».